MI OPINION: Atila, el violento.

6 julio 2015
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adrianLos hombres, vivimos y morimos de distintas formas. Atila, vivió violento, y murió a manos de su propia esposa, acuchillado en la cara, envenenado. No habiendo medios que comprar en esa época, propalaron, por callejones y comarcas, una segunda versión de que murió de una hemorragia nasal, en sus esponsales. En fin, la mujer dio cuenta del maldito.
Conocido en Occidente como El Azote de Dios. Sus posesiones se extendían desde la Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el Río Danubio hasta el Mar Báltico. Durante su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos del Imperio Romano. Invadió dos veces los Balcanes, mantuvo en jaque a la ciudad de Roma y llegó a sitiar Constantinopla. Marchó a través de Francia y llegó incluso a Orleans. El imperio de los Hunos se desmembró y se extinguió tras la muerte de Atila. Atila se convirtió en una figura legendaria de la historia de Europa. Se le recuerda como el paradigma de la crueldad, la destrucción y la rapiña. Ahora me explico, porque algunos, se titulan como él, solo por robar, por destruir y por ser crueles.

Atila (406, Panonia-453, Hungría), gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte en 453. Fue sobrino de Ruga, quién unificó las tribus Hunas por el año 432. Ruga murió envenenado por el hermano de Atila, Bleda, y dejó a los hermanos el control de todas las tribus Hunas unificadas. Pero luego Bleda y Atila se enfrentaron, en un duelo por el trono, el cual Atila logro ganar, asesinando a su hermano. Ese era Atila; en este exterminio que incluye a la familia, se inspiran algunos. ¡Bonita familia!

Presumir parecerse a alguien que es exterminador nato, es admirar la vileza, masacrar a tu paso y desaparecer contrincantes. Parecer ser valiente, es tanto como ser un cobarde queriendo ser hombre. Despiadado, es diferente a solo ponerse su nombre en la clandestinidad para justificar, también en lo oculto, la insuficiencia de liderazgo, de despiadada vida; y al final, resultar ser solo ser un simple violento, como hay tantos.

Los Hunos era barbaros, algunos no los consideraban humanos. Comían la carne cruda, vivían a caballo, dormían a caballo; se apareaban en las carretas. No tenían casas, no usaban ropa limpia, eran distintos y aterradores. ¡No se podía confiar en ellos, eran traicioneros! Al menos eso contaban las leyendas.

Relata la historia, que al caminar Atila, sus pisadas o las de los cascos de Othar, su afamado caballo, eran suficientes para que no saliera más la hierba. Eso, no lo pueden presumir algunos malosos o agresores del pueblo, que en su interior solo son resentidos sociales refugiados en la soberbia y la maldad. Asesinos de sueños y matones de corazones, y hasta viles personas, es posible ¡Nunca un Atila!
La nación bárbara de los Hunos, que habitaba en Tracia, llegó a ser tan grande que más de cien ciudades fueron conquistadas y Constantinopla llegó a estar en peligro y la mayoría de los hombres huyeron de ella. “Y hubo tantos asesinatos y derramamientos de sangre que no se podía contar a los muertos. Ay, que incluso ocuparon iglesias y monasterios y degollaron a monjes y doncellas en gran número”. Callínico, Vida de San Hipatio.
“Sus tropas, al descubrir su cuerpo sin vida, se cortaron el pelo y se lastimaron la piel con sus espadas. Aseguraban que al más grande de todos los guerreros no había que llorarlo con lágrimas sino con sangre. Fue enterrado en un triple sarcófago de oro, plata y hierro, junto con una parte de sus riquezas. Todos los soldados que participaron el funeral fueron sacrificados instantáneamente para que nunca se rompa el secreto de donde descansan los restos del rey de los Hunos”.
Un rey, muy violento, de gran valentía y excelentes dotes para la lucha cuerpo a cuerpo; así describe la historia al gran Atila ¿Cuántos como él? Este personaje, el gran conquistador, aquel poderoso guerrero, Atila el maldito, el líder, el rey de los Hunos; les queda tan grande que solo el atrevimiento de apodarse como él… es un insultó a su memoria.

Escrito por:  Adrián Garza Pérez

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