DOMINGO DE LEYENDA: LA FIESTA DE TODOS SANTOS

27 octubre 2019
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Un día de Todos Santos, cuando vienen los difuntos, las ánimas, a visitarnos pueblo por pueblo, en todas las casas. Un nombre dijo dijo: “Yo no creo que vengan las ánimas de los difuntos. No lo creo, no vienen, son mentiras, yo no tengo tiempo, yo voy a trabajar (le dijo el señor a su esposa); yo voy a esperar a mi papá con una jícara de enchiladas, él siempre comía ramas de wax tierno. Eso le voy a poner en el altar”. Y así lo hizo.

Cuando estaba en su trabajo pasaban muchos muertos, iban contentos, unos cantando, otros bailando contentos, todos llevaban regalos, así que el señor pensó: “Ya veo que esas personas no son gente de verdad, porque no las conozco; van otros señores que hace años he visto.

“Pobre de mi papá”, dijo, y pensó que venía su papá. En ese momento vio venir a su papá, quien llevaba al hombro la rama de wax tierno. Su mamá llevaba en la cabeza una jícara de enchiladas, tapaditas, así como debe de ser, eso llevaban sus papás, el señor se entristeció.

“Ahora ya lo creo, todos los difuntos, todas las ánimas vienen”, dijo, y entonces los llamó: “Papá, papá, mamá, mamá quiero hablar con ustedes, yo no creía. Dispénsenme, yo no sabía que ustedes venían a visitarme; ahora veo que de veras es cierto. Hagan el favor de esperarme un poco, voy a hacer también una ofrenda grande, ahora ya sé que de veras vienen.”

“Pero nosotros no podemos —contestó el papá— yo ya me voy, nosotros ya nos vamos, pero si quieres verme y dejarme la ofrenda, hazla, te espero en el portal de la iglesia, allá te espero mañana, antes de que empiece la misa.”

Entonces regresó a su casa, mató puerco y pollos e hizo tamales grandes.
En el momento que terminó sus quehaceres, sintió que le dio cansancio y le dijo a su esposa: “Voy a descansar, así tan pronto cuando estén ya cocidos los tamales pruébalos y avísame. Cuando termines despiértame y al cabo de las horas murió en su cama. Cuando la señora vio finado a su esposo, avisó a los vecinos, a los familiares.

Los tamales y la ofrenda que se hicieron para su papá se los comieron los que ayudaron a enterrar al difunto.

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