LOS SUEÑOS Y LA ESPERANZA

25 mayo 2019
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En el entendido de seguir reiterando que la vida es cíclica remembramos al viejo Quevedo, si bien sus textos datan de los comienzos de los años 1600 es notorio verle como observador de la ciencia del gobierno, de las costumbres, la sátira, las lacras sociales y de todos aquellos con espíritu revoltoso, aprovechado y travieso.

Queda claro que de no existir la muerte hoy los hombres ya serian carentes de esperanza, es ese esquema el que permite  venderla una y otra vez, dar vuelo a la tranza para generar que el tumulto de gente fantasee con sus sueños, y en base a eso alcanzar los propios.

Que más fácil que vender esperanza y sueños, siempre existe clientela para ello, cada quien defiende el propio y lo acomoda a voluntad, tanto es así que se puede pasar de uno a otro sin dejar siquiera el mismo lugar, al cabo y a la postre en el soñar ni hay hilo que trabe la escenas ni necesidad de composición alguna.

Para vender esperanza solo falta un poco de astucia o liviandad que genere esa brillante fantasía, que logre por el adecuado medio el encanto de soñar, decir lo que quieren escuchar, dar al que se pretende justo una forma de encuadrar en si mismo para que forme parte  de esta cruzada contra el mal, al final de cuentas todos queremos ser Quijotes, hombres de justicia, portadores de armaduras que ataviados con espada y lanza combaten al mal, ver caer enemigos imaginarios, ser partícipe de cruzadas o hazañas que den rumbo justo al mundo.

Quizás mis palabras suenen rudas pero son verdad, se escriben por ímpetu y no por consideración, sé que cada quien defenderá su sueño, pretenderá que su esperanza sea la ajena y que su pensar hagan propio, cuando has comprado esperanza no queda más que defenderla, puedes perderlo todo, incluso amistades, nada está por encima de tu sueños, es entonces cuando el timador a triunfado, sin paga ni salario a ganado un sirvo, excusas nunca han de faltar, culpar es sencillo, pretextos siempre han de sobrar, he de iniciar un verso en donde seguro tus sueños encajaran.

Si dices mal de mis sueños, vulgo, como tal harás, mas di, que con decir más dices bien de él y del dueño, diga él mal, y tú también.

Tú de él, y él de quien pretende, que todo para él que entiende le está a su gusto muy bien.

Pues si el fin es ser marcial y decir que es malicioso lo alabas por ingenio diciendo que dice mal.

Más Vulgo, pues se quíen eres, a la larga o a la corta diga yo lo que me importa y di tú lo que quieras.

Igual ya has comprado esperanza, no te apenas ni conduelas, vivir de sueños es cosa común, que te quede de consuelo, son muchos como tú, la vida es tan corta que en casos de derrota es necesario soñar, la victoria  por pie propio lleva tiempo, que mejor pues que soñar en el Mesías, un redentor casi santo, una figura bendita que termine con males añejos, destructor de las causas que nos tienen donde estamos, portavoz de todos esos reclamos que por temor hemos cayado, que más importa si al tiempo despiertas, para entonces ya poco podrás reprochar, reconocer el engaño sería una estocada de muerte, si fuiste comprador no queda más que defender tu causa, al tiempo no serás ni recuerdo, tras de ti seguro vendrán nuevos, unos pocos que saben vender ilusión y otros muchos que gustan comprarla.

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