Pigmalión y Galatea: Escrito por Enrique Martínez y Morales.

21 septiembre 2015
Visto: 1101 veces

martinez twitterPigmalión y Galatea

En economía, a diferencia de otras ciencias, ocurre algo muy curioso: la percepción se puede convertir en realidad. Como “Efecto Pigmalión” se le  a este fenómeno en psicología y proviene del mito del escultor griego de ese mismo nombre, quien se enamora de una de sus obras, Galatea, que representaba a una bella mujer. Afrodita, la Diosa del Amor, al ver tanta devoción y deseo le concede a la estatua el don de la vida.

La explicación es racional, no mágica: si por algún motivo se intuye que habrá inflación, los actores económicos ajustarán sus precios para protegerse de ella, generándola aún sin desearlo; si la percepción es que el peso se devaluará, la acción lógica de comprar dólares es lo que finalmente detonará la depreciación de nuestra moneda, aún y cuando esto no fuera a ocurrir.

Los indicadores macroeconómicos publicados recientemente son alentadores. Los salarios alcanzaron un incremento real de casi 2% para agosto, con una creación notable de empleos formales, superior a lo observado en los últimos años. La inflación de ese mismo mes alcanzó sus mínimos desde que el indicador existe.

El fortalecimiento del poder adquisitivo de los consumidores se ha visto reflejado en los índices de comercio y en el reporte de ventas de la ANTAD, con un desempeño superior al de los últimos lustros, destacando un agosto histórico.

La caída en los precios en telecomunicaciones, en la electricidad y en el dinero, como consecuencia inmediata a las reformas, ha liberado recursos para que las empresas puedan invertir en diferentes rubros y ha sido un bálsamo para el bolsillo de los mexicanos. El PIB crece, aunque no a los niveles deseados, pero sí muy por encima de la media mundial y del Continente.

Es cierto que queda mucho por hacer. Pero de eso a que estemos viviendo una crisis, hay una enorme diferencia. La percepción ciudadana es desfavorable, sí. Quizá por la volatilidad de los mercados; tal vez por lo impreciso de la información vertida en redes sociales; o bien, por declaraciones desafortunadas de algunos actores políticos. El riesgo es alto, pues el desánimo es virulento y  contagia fácilmente a los mercados.

Hay quienes siguen empeñados en ver el vaso medio vacío. Yo prefiero considerarlo medio lleno, y no por ser idealista o utópico, sino por razones más pragmáticas: quienes expresamos opiniones económicas tenemos una enorme responsabilidad y debemos ser muy cuidadosos porque lo que publicamos puede trastocar la realidad.

Dicho en otras palabras, si nuestra “Galatea” habrá de cobrar vida, es mejor que sea hermosa y no un adefesio, ya que vivirá con nosotros durante muchos años.

 Por:Enrique Martinez y Morales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *