Fin del IEEPO, ¿quién ‘cué’? y la pobreza en Coahuila

27 julio 2015
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Con la desaparición del IEEPO en Oaxaca, el gobernador Gabino Cué tomó la decisión más trascendente de su administración. Después de años de pasividad y permisividad frente a los excesos de la CNTE, quizás sea la única decisión importante que el gobernador tome en su periodo de gobierno.
Sin embargo, valdría la pena preguntarse si el gobernador actuó por convicción propia, atendiendo la preocupación de los padres de familia oaxaqueños por las constantes suspensiones de clases, o lo hizo como un gesto de subordinación ante el Gobierno Federal, quien ya le pisaba los talones por los asuntos de la evaluación magisterial y la nómina educativa.
En realidad, el Gobierno Federal es quien encabeza el proceso mediante el cual el Estado mexicano pretende retomar el control de la educación pública del país. Pocos, muy pocos, gobiernos estatales le han entrado por convicción propia al tema.
Todo comenzó con el nombramiento de Emilio Chuayffet como titular de la SEP y de Alba Martínez Olive en la subsecretaría de Educación Básica. Ambos sin ataduras con el otrora poderoso sindicato. Con ello terminó el control que sobre programas, contenidos y materiales educativos, y sobre la política educativa en general del nivel básico, mantuvo el sindicato hasta el sexenio de Felipe Calderón. La entrega en el periodo calderonista de la subsecretaría de Educación Básica a Fernando González, yerno de Elba Esther Gordillo, fue una muestra de ello.
Luego llegó la aprehensión de Elba Esther. El SNTE comenzó a moverse al ritmo que le marcaba Emilio Chuayffet. El sindicato, que no la disidencia, se convirtió en un aliado de la reforma educativa. El establecimiento de la Nómina Única Magisterial y de un modelo meritocrático para asignar las plazas y las promociones, terminó con las plazas heredadas, con los comisionados sindicales y con el famoso 50% de las plazas de nueva creación que “históricamente” asignaba el sindicato.
Pero mientras el SNTE seguía a la perfección los pasos del secretario Chuayffet, la CNTE y su brazo fuerte, la Sección 22 de Oaxaca, incluyendo a algunos gobernadores, entre ellos Gabino Cué, decidieron cambiar de pista e improvisar sus propios pasos.
Poco les duró el gusto de moverse a su particular ritmo. La desaparición del IEEPO parece más un paso adicional de la estrategia que planeó la federación para retomar el control de la educación en todos los estados, que una iniciativa del gobernador de Oaxaca.
Algunos gobiernos estatales, cuyos sistemas de educación básica permanecen en control del sindicato, tendrían que ‘poner sus barbas a remojar’. “Te lo digo Oaxaca, para que lo escuchen Michoacán, Chiapas, Coahuila, etc.”.
LA POBREZA EN COAHUILA
Hablando de Coahuila y de realidades sociales, sorprendió de sobremanera que en el reciente estudio de la pobreza en México, presentado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la entidad norteña se ubicara junto a los estados en donde la pobreza extrema creció del 2012 al 2014.
Mientras que a nivel nacional la pobreza extrema disminuyó, en Coahuila aumentó en un 17%, pasando de 92.7 mil en 2012 a 109.7 mil personas que no lograron en 2014 obtener ingresos para aseguraran un mínimo de bienestar para sus familias.
Fue la propia secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien, a propósito de dichos resultados, “reprobó” indirectamente a aquellos estados en donde la pobreza extrema se incrementó. Robles afirmó que “la política social del presidente Enrique Peña ha sido exitosa, puesto que ha logrado contener e incluso reducir la pobreza extrema en el país”. Es correcto. Luego entonces, en aquellos estados en donde no se logró tal propósito, debió deberse a que algo no se realizó de la manera correcta.
El gobernador Moreira tendrá que procurar un buen jalón de orejas a los funcionarios encargados de la política social de los tres niveles de gobierno. Sobre todo a aquellos que le aseguraron que todo marchaba a pedir de boca. La realidad, como en otras áreas de la administración, ubica a Coahuila en focos rojos en cuanto al combate de la pobreza extrema.

Escrito por: Rubén Olvera Marines

Su Opinión: [email protected]

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