El infierno de Manuel Guerrero Aviña, el mexicano preso en Qatar por ser gay

16 marzo 2024
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Han pasado más de 40 días desde que Manuel Guerrero Aviña recibió el mensaje que convirtió su vida en una pesadilla. Un hombre lo contactó a través de Grindr, una popular aplicación de ligue entre hombres homosexuales, para invitarlo a una reunión privada con otros miembros de la comunidad LGBT en Doha, la capital de Qatar. La cita era, en realidad, una trampa de las autoridades qataríes, que abrieron un perfil falso para concretar el encuentro, detenerlo y sembrarle drogas para justificar el arresto. Manuel Guerrero Aviña está preso desde el pasado 4 de febrero por ser gay.

El ciudadano mexicano, afincado en el país árabe desde hace años, no tuvo acceso a un abogado ni a un traductor durante los primeros 20 días que pasó en la cárcel, denuncia su familia. Hasta ahora, no se le permite tener visitas de amigos o conocidos, escribir cartas ni leer libros. No se le garantiza el acceso a los medicamentos que necesita al ser VIH positivo. Ha sido víctima de humillaciones y de maltrato físico y psicológico. En tierras qataríes ser homosexual es un “pecado” que se castiga hasta con siete años de prisión, bajo la sharia, la ley religiosa.

Después de más de un mes de presión internacional y de un grito de justicia que se ha hecho viral, esta semana se encendió una luz de esperanza. La abogada de Guerrero Aviña solicitó la libertad bajo fianza para que pudiera enfrentar el proceso fuera de una celda. Pero esa llama se apagó en menos de tres minutos, lo que duró la última audiencia judicial de su caso, el pasado jueves. Un juez de control negó la petición de la defensa sin justificar la decisión. Los fiscales tampoco tuvieron que explicar por qué quieren mantenerlo en prisión preventiva. Las leyes de Qatar no los obligan a hacerlo. Es información confidencial. El mexicano tampoco sabe de qué lo acusan ni cuándo empezará el juicio ni de cuántos años puede ser la sentencia. El infierno que vive el acusado puede prolongarse por lo menos seis meses a partir del arresto, el plazo que tienen las autoridades para fincar cargos formales.

“Este caso no debería tener lugar en 2024″, reclamó Enrique Guerrero, su hermano y abogado defensor de los derechos humanos, tras dar a conocer las actualizaciones del caso en una conferencia de prensa. “Concertar una cita en Grindr no es un delito, con independencia de lo que se pueda creer”, dijo Guerrero con voz firme, sin dar pasó al derrotismo, pero sin ocultar la preocupación que comparten miles de personas que se han solidarizado con Manuel.

Ante la opacidad y el abismo geográfico y cultural entre ambos países, casi todo lo que se sabe del caso en México ha salido del Comité Manuel Guerrero, que agrupa a familiares y colectivos que se han unido bajo el lema “Ser gay no es un delito” y “Qatar debe liberar a Manuel”. Los esfuerzos van más allá de una campaña de redes sociales en defensa de los derechos del acusado, con doble nacionalidad mexicana y británica. El comité ha protestado frente a la Embajada del Reino Unido en México, ha sostenido múltiples reuniones con las autoridades de ambos países para empujar por su liberación y ha formado una coalición para asegurarse de que el caso no caiga en ese abismo.

Representantes consulares de México visitaron la semana pasada a Guerrero Aviña en la cárcel para cerciorarse de que reciba sus medicinas. Esta semana la polémica llegó hasta los Parlamentos de ambos países. Caroline Lucas, una representante de los Verdes, pidió al primer ministro, Rishi Sunak, que informe si ha mantenido contacto con su homólogo qatarí sobre el caso y qué medidas ha tomado garantizar que reciba tratamiento médico. La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados también ha dado seguimiento.

Los familiares denuncian que sólo le quedan antirretrovirales para unos 10 días y que “su vida está en riesgo” porque no han sido facilitados por las autoridades y porque no están disponibles en ese país. También reconocen que, aunque la presión internacional ha ayudado a visibilizar el caso, el mexicano ha enfrentado nuevas represalias. “Lo que está haciendo el Estado de Qatar es torturar a un ciudadano mexicano y británico en la cara de los Gobiernos de México y Reino Unido, condenándolo a muerte en su cara”, reclama su hermano, que exige medidas más enérgicas que culminen con la repatriación de Manuel. Los representantes consulares de ambos países, por ejemplo, no estuvieron presentes en la última audiencia de Guerrero Aviña, de acuerdo con los familiares.

La emboscada contra Guerrero Aviña no es la primera de su tipo en Qatar. El doctor Nas Mohamed, un activista qatarí abiertamente homosexual, aseguró que ha habido al menos una treintena de casos similares en los últimos meses, aunque muchos no llegan a hacerse públicos para no poner en riesgo la vida de las víctimas o porque vienen de contextos y países conservadores. Las autoridades del país árabe ponen una diana a miembros de la comunidad LGBT y tratan de justificar arrestos, tratos humillantes o falsas terapias para “curar la homosexualidad” con el pretexto de perseguir otros delitos o fabricando “evidencias falsas”, acusa el médico. “Necesitamos exponer la cacería sistemática que Qatar está haciendo”, afirmó Mohamed, exiliado en Estados Unidos.

El doctor denunció que aún es blanco de amenazas de muerte y que sufre acoso del Gobierno qatarí por su orientación sexual. Las autoridades del país árabe no se han pronunciado sobre los señalamientos públicamente. Mohamed se convirtió en una figura reconocida, al ser presentado durante el Mundial de fútbol de 2022 en varios medios internacionales como “el primer qatarí en salir del armario”, en un intento por que la justa deportiva no se usara para blanquear la situación de los derechos humanos en Qatar.

El activista explicó que, aunque hay algunas interpretaciones de las leyes religiosas que abren la puerta a que se aplique la pena de muerte como castigo a la homosexualidad, ese no ha sido el caso de su país. Aun así, seducir a otro hombre se pena con tres años de cárcel, la copula entre personas del mismo sexo con siete años y la sodomía hasta con 10 años, según el Código Penal. La Asociación Internacional de Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (Ilga Mundo) encontró evidencias de ataques contra minorías sexogenéricas cometidos el año pasado en 32 países, entre ellos 27 que aún criminalizan legalmente tener una orientación, identidad sexual o expresión de género diferente. En 2021, Qatar reconoció ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas que al menos ocho personas estaban presas por “homosexualidad”, cita el último estudio de Ilga Mundo.

Está previsto que la abogada de Guerrero Aviña apele el fallo que le negó la fianza este domingo y que el juez dé una nueva resolución el próximo lunes. A estas alturas del caso, sólo hay dos escenarios legales: que enfrente el caso fuera de la cárcel o que siga privado de la libertad. La familia y el comité aún mantienen la esperanza de que pueda volver a casa y piden a los representantes mexicanos y británicos que dejen de lado los intereses que rodean sus relaciones diplomáticas y comerciales con Qatar y prioricen la integridad del ciudadano preso y su salud. “La única respuesta aceptable para nosotros, para la familia, para la comunidad LGBT, para el pueblo de México y de Reino Unido es que Manuel sea repatriado, es lo único que va a garantizar su vida y su dignidad”, zanjó su hermano.

 

Información de: El País

https://elpais.com/mexico/2024-03-16/el-infierno-de-manuel-guerrero-avina-el-mexicano-preso-en-qatar-por-ser-gay.html

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