La inevitable toma de Alepo da un giro a la guerra en Siria

12 diciembre 2016
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alepoLa inevitable toma de Alepo marca un momento decisivo en la guerra de Siria porque concede al régimen una victoria que lo encamina firmemente en su objetivo de reconquistar el país, mientras que los rebeldes se repondrán difícilmente de esta derrota, estiman los analistas.

«Alepo es la verdadera bisagra de la guerra”, afirma el geógrafo francés y experto en Siria Fabrice Balanche, que compara su impacto con el de la célebre batalla de Stalingrado en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.

Ayer, el Ejército sirio reforzó su ventaja frente a los rebeldes en el este de Alepo, pero sufrió un revés en la ciudad antigua de Palmira, reconquistada por el grupo yihadista Estado Islámico. El éxodo de los habitantes de la zona rebelde de Alepo, en el norte de Siria, continuó con la huida de más de 10.000 civiles en pocas horas el domingo, debido a los combates y los bombardeos.

El presidente Bashar Al Asad necesitaba esta victoria porque «sin Alepo, sólo es medio-presidente”, señala el analista, aludiendo a la importancia de la segunda ciudad del país y otrora capital económica de Siria.

El golpe será considerable para los rebeldes porque «perderán su legitimidad”.
«El mito de una rebelión moderada en Alepo capaz de representar una alternativa política y militar se ha terminado”, considera. Desde el inicio de la contraofensiva del régimen el pasado 15 de noviembre, las fuerzas progubernamentales han recuperado el 85% de los barrios en poder de los rebeldes desde 2012.

Fin de un símbolo

«La toma de Alepo representa un gran éxito para el régimen, e incluso si no recupera inmediatamente toda la ciudad, Alepo ya ha dejado de ser un bastión de la oposición”, afirma Yezid Sayigh, analista jefe del Centro Carnegie para Oriente Medio.

Para el investigador, la conquista de Alepo es «políticamente muy importante” y supone «partir el espinazo de la oposición armada”. Más de cinco años y medio después del inicio de la guerra, «la idea de que el régimen pueda ser derrotado militarmente ha sido abandonada definitivamente”, subraya.

El presidente sirio puede jactarse de controlar las tres principales ciudades del país -Damasco, Homs y Alepo- y la práctica totalidad de la llamada Siria «útil”, esto es, el oeste del país, dado que el resto es en buena parte desierto. Sus aliados ruso e iraní también pueden reivindicar esta victoria.AFP / Beirut

La inevitable toma de Alepo marca un momento decisivo en la guerra de Siria porque concede al régimen una victoria que lo encamina firmemente en su objetivo de reconquistar el país, mientras que los rebeldes se repondrán difícilmente de esta derrota, estiman los analistas.

«Alepo es la verdadera bisagra de la guerra”, afirma el geógrafo francés y experto en Siria Fabrice Balanche, que compara su impacto con el de la célebre batalla de Stalingrado en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial.

Ayer, el Ejército sirio reforzó su ventaja frente a los rebeldes en el este de Alepo, pero sufrió un revés en la ciudad antigua de Palmira, reconquistada por el grupo yihadista Estado Islámico. El éxodo de los habitantes de la zona rebelde de Alepo, en el norte de Siria, continuó con la huida de más de 10.000 civiles en pocas horas el domingo, debido a los combates y los bombardeos.

El presidente Bashar Al Asad necesitaba esta victoria porque «sin Alepo, sólo es medio-presidente”, señala el analista, aludiendo a la importancia de la segunda ciudad del país y otrora capital económica de Siria.

El golpe será considerable para los rebeldes porque «perderán su legitimidad”.

«El mito de una rebelión moderada en Alepo capaz de representar una alternativa política y militar se ha terminado”, considera. Desde el inicio de la contraofensiva del régimen el pasado 15 de noviembre, las fuerzas progubernamentales han recuperado el 85% de los barrios en poder de los rebeldes desde 2012.

Fin de un símbolo

«La toma de Alepo representa un gran éxito para el régimen, e incluso si no recupera inmediatamente toda la ciudad, Alepo ya ha dejado de ser un bastión de la oposición”, afirma Yezid Sayigh, analista jefe del Centro Carnegie para Oriente Medio.

Para el investigador, la conquista de Alepo es «políticamente muy importante” y supone «partir el espinazo de la oposición armada”. Más de cinco años y medio después del inicio de la guerra, «la idea de que el régimen pueda ser derrotado militarmente ha sido abandonada definitivamente”, subraya.

El presidente sirio puede jactarse de controlar las tres principales ciudades del país -Damasco, Homs y Alepo- y la práctica totalidad de la llamada Siria «útil”, esto es, el oeste del país, dado que el resto es en buena parte desierto. Sus aliados ruso e iraní también pueden reivindicar esta victoria.

Huida de Alepo
Cifras Según Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, 120 mil personas huyeron del este de Alepo desde mediados de noviembre: 90.000 hacia barrios gubernamentales y 30.000 hacia los controlados por los kurdos.
Situación Las fuerzas gubernamentales dominan ahora el 85% del este de Alepo y estrechan el cerco sobre los insurgentes en una zona donde todo escasea, especialmente la comida.

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