Algo que vale la pena leer ALBERTO BOARDMAN

26 enero 2024
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Anoxia

«Porque ahí en ese rostro suspendido en el tiempo, están contenidos todos los rostros. La vida y la muerte entrelazadas». Anoxia, Miguel Ángel Hernández.

Hay libros que nos ofrecen algo más que la simple narrativa atrapante de una trama. Cuando esto sucede, a la par de ir caminando con la historia y los personajes, la lectura nos estimula a ciertas pausas en las que surge una reflexión interior y es entonces cuando se activa un diálogo muy particular entre lector y escritor. Esto sucede con la novela “Anoxia” del escritor español e historiador del arte, Miguel Ángel Hernández Navarro, editorial Anagrama, 272 páginas, publicada en 2023.

La protagonista, Dolores Ayala, es una fotógrafa viuda que se encuentra al frente de un estudio fotográfico en declive. Se cruza entonces en su vida un viejo y experimentado fotógrafo, Clemente Artés, quien le propone asociarse con él para que lo ayude en su muy particular profesión: la fotografía de los muertos. 

Dolores experimentará el retorno al uso de los viejos equipos y placas para fotografiar a través de daguerreotipo, al tiempo que aprenderá sobre la necesidad por parte de los dolientes de contar con esa última imagen del ser querido, que más allá de considerarse en la actualidad una práctica macabra, encuentra un sentido de validez a través de la historia. La reflexión que el autor incita nos lleva a comprender las dimensiones del cambio cultural derivado de los avances tecnológicos y por ende, la evolución de una imagen que en principio fungió como un registro fiel para no olvidar el detalle de un ser querido, pero que más allá de captar tan sólo un instante, en este caso, el de la muerte, lograba activar la memoria y experiencias compartidas durante muchos años de vida. A diferencia de la vorágine de imágenes que capturamos hoy en día y que representan tan sólo la experiencia instantánea de un momento.  

Anoxia significa en el lenguaje médico, la pérdida de oxígeno en un tejido vivo que de prolongarse culmina con la muerte. Pero existe un intervalo, en el que una afectación parcial puede dañar sólo algunas funciones físicas, cognitivas o emocionales. La ausencia de memoria, sentimientos y acciones versus la desaparición completa. 

«Esa es la frase, la expresión: que la recuerdes como era». Miguel Hernández.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

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