La clase política, el empresariado, y las bandas criminales tienen al sistema institucional mexicano a punto de quebrarse, el abuso que durante décadas han hecho del mismo está a nada de pasar factura y esta puede derribar al Estado mexicano.

A diferencia de la generación X, que en México padeció crisis económicas cada sexenio y vivió bajo el yugo opresor del PRI, y por tanto optó por fortalecer las instituciones que permitieran, en paz y sin romper la endeble estabilidad económica de finales de los noventas, la alternancia democrática del 2000; mi generación, la de los “millennials”, no ha padecido crisis ni represión generalizada del sistema, y cuando las instituciones que tanto le costaron a México terminen por quebrarse, mi generación no hará lo más mínimo por rescatarlas.

La Libia de Muamar el Gadafi era una nación de instituciones que funcionaban bien, pero instituciones que no supieron incluir a mi generación, que no entendieron que los autoritarismos ya no tienen cabida en un mundo que está altamente interconectado, los “millennials” desesperados y mal influenciados por el Gobierno de Obama presionaron de forma violenta y terminaron por destruir todo rastro de Estado de derecho. Hoy en Libia priva el caos.

La corrupción e ineptitud de los políticos y empresarios españoles, muy similar a la mexicana, terminó por sumir a la madre patria en una devastadora crisis económica y social que lleva ya 8 años, esta vez los “millennials” hartos e indignados con la clase dominante se volcaron de forma decidida a la participación política y crearon dos partidos llenos de jóvenes intelectuales, Podemos y Ciudadanos, que exigen nuevas instituciones pero todas surgidas a partir de la democracia. Hoy aunque España padece una crisis política, aún hay esperanza.

Los políticos, empresarios y criminales han doblado tanto la institucionalidad mexicana que en cualquier momento se romperá, eso ya es irreversible, ojalá surjan liderazgos jóvenes que lleven la indignación por el canal de la participación democrática como en España y no por el de la revolución como en Libia.

Una pregunta.

¿Acción Juvenil, el Frente Juvenil Revolucionario, el Partido Verde y todos esos entes políticos juveniles sabrán lo que se les viene encima?