MORELIA, MICHOACÁN (La Silla Rota).- En 2012 Rogelio Sosa, un hombre de voz seca y criado en el campo, estuvo a punto de abandonar Michoacán como muchos productores lo han hecho, luego de que varias instancias gubernamentales le negaron el apoyo para poder financiar su proyecto de energía sustentable.
No se dio por vencido y tan solo tres años después, se ha convertido en un próspero empresario, pero su nuevo objetivo es acabar con la pobreza en la entidad “e incluso del país”, dice, y para ello cuenta con el respaldo de la Secretaria de Energía (SENER) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre otras.

Este oriundo del municipio de Tiquicheo es el propietario de una empresa denominada “El Manjar del Campo” ubicada en el municipio de Zitacuaro con la que en los últimos tres años logró desarrollar una importante aportación al desarrollo tecnológico del país: generó por primera vez energía eléctrica y biocombustibles a partir del nopal.
Investigadores lo resumen así: demostró que puede sustituir al petróleo y otras fuentes de energía con un costo mucho más bajo, con un producto de la tierra que permanecía sin consumirse.
Rogelio Sosa está dispuesto a aportar este conocimiento tecnológico al gobierno estatal y federal, así como a organizaciones internacionales, a fin de que esto pueda servir para superar la crisis en el campo de Michoacán y del país.

UNA IDEA CON SUSTENTO

Si bien Rogelio conocía las potencialidades y beneficios de la energía sustentable, la idea de generarla a través el nopal, no fue concebida por Rogelio, sino por su amigo de muchos años, el científico del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Miguel Ake, quien con gran convicción, aseguró que “hay que ser un poco locos, no seguir siempre con la misma idea de seguir el librito y con eso seguir adelante. No podemos seguir haciendo lo mismo cuando el campo está en ruinas, debemos buscar alternativas a los métodos de cultivo”.