Dentro de las acciones contempladas por quienes dirigirán el próximo gobierno se encuentra contemplada la desaparición del seguro popular, la estrategia consiste en modificar las estructuras y atribuciones del IMSS para que sean ellos quien directamente atienda a la población sin capacidad contributiva, en extrema pobreza o marginación.
Ahora el nombre oficial de dicho servicio será IMSS bienestar quien dependerá de manera centralizada del gobierno federal, la meta es quitar a los Gobernadores el manejo de recursos y acciones para que sean controlados directamente por áreas con dependencia del ejecutivo federal.
Si bien existen constancias de que el seguro popular se encontraba funcionando adecuadamente y otorgaba confianza al igual que transparencia ello no evito que el nuevo gobierno quisiera tomar su control, acorde a datos reales el seguro popular era viable y sustentable sin embargo la avaricia o el afán de control tiene mayor prioridad aun y cuando se deban erogar grandes sumas para modificar el actual sistema.