La terrible ola de violencia que azota a buena parte del territorio Nacional no propicia condiciones idóneas para que las elecciones se realicen en un clima de tranquilidad. 

Lo que sucede en algunos Estados del País es alarmante pues el crimen organizado se encuentra infiltrado en muchas actividades, hoy miles de habitantes de Guerrero, Veracruz, Michoacan y de Zacatecas engrosan las filas de migrantes extranjeros que van llegando a las fronteras en busca de cruzar a los Estados Unidos. 

Los relatos son estremecedores, familias mexicanas que dejaron todo en sus lugares de origen atemorizados por la violencia, se habla de comerciantes, agricultores o personas dedicadas a las artesanías que son amenazados a efecto de que paguen derecho de piso, ciudadanos que ya han perdido a un ser amado al no haber accedido o completado el dinero que se les exige. 

Bajo dichas circunstancias quien podría asegurar que alguno de los candidatos relacionados con los gobernantes en turno en esos Estados o Municipios no utilicen al crimen organizado para coaccionar el voto a favor de tal o cual contendiente, quien puede garantizar que el crimen organizado no ejerza presión para que los votos favorezcan a sus intereses. 

Si las autoridades no pueden proteger a sus gobernados de las extorsiones o el cobro de derecho de piso que pude garantizar que los protejan a la hora que se les quiera manipular su decisión o preferencia política. 

En México se vive un caos de inseguridad, solo los que padecen la violencia saben la zozobra que significa, es claro que no se tienen condiciones favorables para una elección sin violencia o injerencia del crimen organizado.