
Ghada Waly enfatizó en la importancia de la cooperación internacional, la tecnología y la prevención para desmantelar redes criminales y proteger a las comunidades más vulnerables.
Un documento, divulgado el jueves 26 de junio de 2025, advierte que los grupos de delincuencia organizada, incluyendo los cárteles mexicanos, han aprovechado las crisis recientes para fortalecer sus operaciones, mientras el consumo de drogas como la metanfetamina alcanza cifras históricas y se diversifica en todo el planeta.
Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2025 presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), una nueva era de inestabilidad global intensifica el impacto social, económico y de seguridad del fenómeno mundial de las drogas.
La directora ejecutiva de la UNODC, Ghada Waly, subrayó la urgencia de invertir en prevención y atacar las causas profundas del tráfico de drogas en cada etapa de la cadena de suministro. Waly afirmó que “los grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas continúan adaptándose, explotando las crisis y teniendo en la mira a las poblaciones en mayor situación de vulnerabilidad”.
Crimen organizado aprovecha la inestabilidad global, México encabeza mercado de metanfetamina
El mercado de las drogas sintéticas también experimenta una rápida expansión a nivel global, impulsado por los bajos costos de operación y los menores riesgos de detección en las rutas de tráfico, donde predominan los estimulantes de tipo anfetamínico (ETA), como la metanfetamina y la anfetamina (incluido el “captagón”).
Las incautaciones de ETA alcanzaron un máximo histórico en 2023, representando casi la mitad de todas las incautaciones globales de drogas sintéticas, seguidas por los opioides, entre ellos el fentanilo.
“La fabricación de metanfetamina a gran escala sigue concentrándose en centros subregionales clave, como México en América del Norte y Myanmar en Asia Oriental y Sudoriental, así como Afganistán y la región vecina en Asia Sudoccidental, y Chequia y los Países Bajos en Europa Occidental y Central», se lee en el comunicado.
Las estimaciones, aunque variables, indican que el comercio ilícito de drogas genera cientos de miles de millones de dólares al año para los grupos del crimen organizado. Estas organizaciones innovan constantemente para aumentar la producción, encontrar nuevas rutas de tráfico y utilizar tecnología avanzada para encriptar comunicaciones y potenciar la distribución.
“Las instituciones encargadas de aplicar la ley requieren invertir en tecnología y formación altamente especializada para enfrentar los retos contemporáneos que presenta la cadena de suministro de drogas”, propone la UNODC.
Por otro lado, la Oficina advierte que los trastornos por consumo de drogas imponen un costo enorme a las personas, las comunidades y los sistemas de salud, casi medio millón de muertes y 28 millones de años de vida saludable se perdieron por discapacidad y muertes prematuras (AVAD) en 2021.
Además, se calcula que solo una de cada 12 personas con trastornos por consumo de drogas recibió algún tipo de tratamiento en 2023.
El consumo de drogas alcanza cifras récord en 2025
El informe de la UNODC revela que en 2023 aproximadamente 316 millones de personas consumieron alguna droga (excluyendo alcohol y tabaco), lo que representa el 6% de la población mundial entre 15 y 65 años, frente al 5,2% registrado en 2013. El cannabis se mantiene como la sustancia más utilizada, con 244 millones de usuarios, seguido por los opioides (61 millones), las anfetaminas (30,7 millones), la cocaína (25 millones) y el éxtasis (21 millones).
Advierte que los nuevos grupos de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente quienes huyen de la inestabilidad y el conflicto, podrían incrementar aún más estas cifras en los próximos años.
En el análisis se destaca que la producción, incautaciones y consumo de cocaína alcanzaron máximos históricos en 2023, consolidando a esta droga como la de mayor crecimiento en el mercado ilícito. La producción ilegal de cocaína se disparó a 3.708 toneladas, un aumento de casi el 34% respecto a 2022.
Las incautaciones mundiales también marcaron un récord, con 2.275 toneladas decomisadas, lo que supone un incremento del 68% en comparación con el periodo 2019-2023. El número de consumidores de cocaína pasó de 17 millones en 2013 a 25 millones en 2023.
Además, señala que los traficantes de cocaína han comenzado a explorar nuevos mercados en Asia y África, mientras que la violencia y la competencia, antes circunscritas a América Latina, se extienden ahora a Europa Occidental.
“Se está extendiendo a Europa Occidental a medida que los grupos de delincuencia organizada de los Balcanes Occidentales aumentan su influencia en el mercado”, se lee en el comunicado.
Impacto ambiental del narcotráfico preocupa a Europa
El comunicado también examina el impacto medioambiental del fenómeno de las drogas, especialmente en Europa. El consumo, cultivo y tráfico de drogas, así como las políticas públicas implementadas para enfrentar las economías ilícitas, afectan el medio ambiente.
Entre las consecuencias figuran la deforestación, cambios en el uso del suelo y la contaminación del aire, la tierra y el agua, esto en relación a el número de laboratorios clandestinos desmantelados en Europa aumentó entre 2013 y 2023.
“El daño medioambiental rara vez se considera una prioridad al diseñar y aplicar políticas antidroga, y que gran parte de los residuos y otros impactos ambientales no se contabilizan”, concluye.