Los nuevos retos que deberá enfrentas en PRI en Coahuila tiene como principio fundamental terminar con los privilegios de todos los Cachorros Revolucionarios.
Van a quedar atrás esas épocas donde el abolengo o la alcurnia política eran principal factor para una postulación en búsqueda de algún cargo de elección popular, hoy el apellido o los parentescos pasaran a segundo tercer termino.
La competencia real que existe en el actual y futuros escenarios de contiendas electorales obliga a buscar verdaderos liderazgos, mujeres y hombres que sí tengan afinidad con el electorado, con trabajo, presencia y trayectoria real.
Esos tiempos donde bastaba ser postulados para lograr triunfos son historía que tardara en volverse a repetir.
Durante décadas los cargos públicos o puestos en el gobierno fueron heredados, pasados de generación en generación como un derecho divido, cuantos desconocidos, intolerantes, soberbios o petulantes no fueron favorecidos con la imposición de grupos que disfrutaban controlar al PRI, cuantos sin merecimiento hoy detentan un cargo o un puesto sin haber realizado el mínimo o menor esfuerzo.
En las épocas de Ruben Moreira todo el control fue centralizado, apagaron liderazgos locales, evitaron que alguien destacara, no permitieron el crecimiento profesional o político en ninguna figura que no fuera avalada centralmente, toda la estructura, andamiaje y control se supeditaba a un solo individuo.
Antes bastaba ser el ungido y no se ocupaba preocuparse por nada, solo te dictaban agenda proporcionaban Suburban al igual que un chofer para que te trasladara a eventos, reuniones o a las actividades de campaña, llegaban a saludar permaneciendo unos minutos y partían a la siguiente encomienda, de la publicidad, los promocionales, la difusión, comunicacion e incluso material de campaña se controlaba desde el PRI Estatal.
Llegado los momentos de la elección bastaba sentarse a esperar los buenos resultados, el candidato poco sabia de estructuras, de aceitar el el engranaje o de cuestiones legales en torno a papeles para registros, todo era una fiesta donde muchos auto engañados se llegaron a sentir populares, amados e indispensables.
Asumían ser merecedores de Gobernar, pensaban que el clamor del electorado era real y que nadie mejor que ellos para realizar dicho papel pues bastaba ser compadre, hijo, familiar o cuate de quien tomaba las decisiones.
Hoy deberán dejar solo a los mejores, sin importar su alcurnia o el ser cachorro revolucionario, los liderazgos deben trabajar en libertad, crecer y trascender por si mismos, el escrutinio no puede desatenderse de la realidad, adiós encuestas falsas que solo eran para justificar la imposición, llego el momento de invertirle, de trabajar, convencer y ganarse el apoyo real.
Los cachorros revolucionarios llegaron al fin de sus privilegios, en un año y meses vendrá la prueba de fuego para el PRI Coahuila, dejar de lado las simulaciones es el primer paso para evitar que se pierda el Congreso local.