DOMINGO DE LEYENDA: EL CHAMUCO BEBITO

21 abril 2024
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Cuenta una leyenda del Estado de Guerrero, que en algún pueblo perdido en la montaña donde los hombres campesinos tienen la fiel costumbre de que después de todo un largo día de faena es necesario refrescarse la garganta en alguna cantina con un buen mezcal o un pulque antes de llegar a descansar a casa ocurrió lo que enseguida les voy a relatar:

Eso sucedió con don José, quien un día después de haber trabajado largas horas en su cosecha de maíz se llegó el momento en que el sol se empezaba a perder tras ese montón de montañas donde las nubes casi las tocan, así que decidió guardar toda su herramienta en su viejo y sucio morral para tomar el caminito que le llevaría hasta su pueblo instalado kilómetros más abajo del cerro donde se encontraban sus sembradíos.

Así tomo el camino hasta llegar a su pueblo, antes decidió tomar un mezcal en la cantina de don Javier donde se reunían todos los hombres del pueblo, se dijo – «un fuertecito pequeño antes de ir a dormir no le hace daño a nadie»… así que don José entró a la cantina topándose a don Genaro y don Joaquín viejos amigos campesinos quienes en ese momento se encontraban hablando de la leyenda que andaba en boca de todos los del pueblo acerca de que después de las 12 de la noche el diablo rondaba el pueblo puesto que una mujer lo había visto en forma de perro negro, otro señor lo había visto en forma de toro, y así sucesiva mente narraron muchas anécdotas don José sólo se echó a reír y soltando la carcajada dijo a sus ebrios paisanos » A mi el diablo me pela los dientes»…(«dicho» mexicano que significa algo así como: «el diablo me tiene miedo»), además agregó:

– Esos son puros chismes de las viejas que ya no quieren que venga uno a distraerse con nuestros mezcalitos, nos quieren tener temprano en las casas, no hagan caso de esas tonterías.

Acto seguido don José después de echarse su mezcal decidió salir del lugar, atravesando parte del pueblo que por cierto carecía un poco o un mucho de alumbrado público, así que solo veía lo empedrado de la calle por el reflejo de la luna que aún se puede contemplar en todo su esplendor en el cielo despejado de muchos de los pueblos del Estado de Guerrero.

De pronto escuchó un ruido como un leve quejido, pensó que tal vez se trataba de una gata en celo, y no hizo mucho caso así que continuó su camino, a solo unos pasos volvió a escuchar ahora más nítidamente el mismo ruido pero está vez pudo escuchar claramente un llanto como de un bebé… prestó atención para observar de dónde provenía el llanto hasta que descubrió que a un lado de una vieja casa abandonada se encontraba un bulto que se movía… se acercó cautelosamente hasta que descubrió que en el interior de una cobija se encontraba un bebéllorando.

– Desgraciada y mil veces maldita la mujer que te abandonó chamaco tu qué culpa tienes dijo don José maldiciendo a la mujer que él pensaba había abandonado a la criatura.

Decidió tomarlo entre sus brazos y llevarlo a su casa en lo que resolvía el misterio de los progenitores del bebé que no paraba de llorar, de tal modo emprendió el camino rumbo a su casa, poco a poco el bebé fue controlando su llanto, pero mientras don José avanzaba sentía más y más pesado el bulto del bebé que llevaba en sus brazos.

Llegó un momento en que decidió detener su paso pues el bulto del bebé era demasiado pesado, así que abriendo la cobija del bebé que llevaba en sus brazos para ver su carita antes de que él pudiera decir algo, el bebé exclamó: «PAPI MIRA MIS DIENTITOS». Don José horrorizado al ver esos ojos rojos como carbones encendidos y esos largos colmillos que salían de la boca del bebé, aventó al niño y corrió sin rumbo fijo. Muchos dicen que don José se quedó loco y perdió la cordura para siempre. Otros dicen que llegó asustado a su casa contándole lo anterior a su mujer, después de eso permaneció con fiebres altísimas durante tres días seguidos hasta que murió… nadie sabe lo que paso. Solo que efectivamente se cumplió lo que Don José les dijo a sus amigos en la cantina que a él «El diablo le pelaba los dientes».

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