Uno de los lugares colimotes que suelen ser más importantes dentro de su atractivo turístico y cultural, es el parque de La Piedra Lisa, en el cual, como su nombre lo dice, se localiza una piedra de poco más de dos metros de altura, a la cual de un lado se le elaboraron unas escaleras rústicas, con el objetivo de facilitar el acceso a la piedra, y poder deslizarse por el otro lado inclinado y en forma de resbaladilla. Se dice que el hecho de que la piedra esté lisa se debe a que constantemente, por muchas décadas, las personas se han deslizado por ella, sin embargo, es de suma importancia rescatar que existen dos teorías sobre cómo fue que la piedra terminó en el lugar que la conocemos.
En primera instancia se localiza el aspecto “científico” de la historia, en el cual los geólogos y vulcanólogos explican que la piedra llegó a ese lugar después de una explosión del volcán de fuego, pero, como es de suponerse, la piedra lisa cuenta con algunas historias y leyendas, mismas que ha adquirido gracias al periodo temporal tan amplio que ha tenido en la cultura colimota.
Dentro de estas historias que forman parte de la cultura popular, se localiza la creencia de que la persona que se resbale por la piedra lisa se va a quedar en Colima, ya sea porque se case y opte por vivir en este lugar, o porque la tierra colimota será su última morada.
Después de los datos duros que explican la existencia de la piedra lisa, y la primera leyenda sobre las personas que se resbalan sobre la piedra lisa, se tiene la siguiente historia:
Hace muchos años, se conocieron y enamoraron dos jóvenes de la época, pero a la joven su mamá la cuidaba mucho, ya que tenía planes especiales para la vida de su hija, y para que estos pudieran llevarse a cabo, no la dejaba salir sola a la calle. Pero como la muchacha estaba enamorada, se dio su maña para verse con uno de los jóvenes más guapos del pueblo, sin embargo, no lo pudo ocultar mucho tiempo, ya que el rumor pronto llegó a oídos de su madre, quien muy molesta le dijo: “no quiero que andes en amoríos con aquel muchacho, sí desobedeces una gran pena caerá a la familia y sí eso pasa te maldeciré toda la vida”.
A la enamorada joven no le importaron las advertencias que le hizo su madre, y aún así la joven fue a ver al muchacho la mañana siguiente, sin darse cuenta que la mamá la espiaba, y la seguía por todo el camino. Cuando la joven llegó con el joven, y le contó la prohibición de su madre que le hizo su madre, salió la mamá y se presentó frente a ellos hachándole una maldición a su joven hija: “desobedeciste mis palabras y has deshonrado a la familia, por ello yo te maldigo a estar para siempre en este lugar donde tu castigo será ver a miles de enamorados sin que tú puedas realizar tu amor”. La joven comenzó a sentir su cuerpo pesado y por más que quiso gritar a pedir ayuda ningún sonido salió de su garganta y poco a poco se fue convirtiendo en piedra. Desde entonces la Piedra Lisa está ahí, cargando a todos los que llegan a deslizarse en ella.
