El primer ministro británico, Boris Johnson, debilitado por la renuncia de más de 30 miembros de su gobierno en un contexto de crecientes escándalos –alguno de ello sexuales– de varios integrantes de su partido, remarcó este miércoles que «seguirá adelante» en su cargo. «Vamos a seguir con el gobierno del país», dijo sobre la fuerte crisis que por estas horas llevó a su liderazgo a pender de un hilo.
Desde el denominado «partygate», el escándalo por las fiestas organizadas en Downing Street que violaron las reglas contra el Covid-19 en 2020 y 2021, hasta la irregular financiación de la lujosa reforma de su residencia oficial, pasando por acusaciones de amiguismo y funcionarios de su entorno acusados de acoso sexual, los escándalos no dejan de crecer en torno a Johnson.
Sin embargo, en la sesión semanal de preguntas en el Parlamento, el premier británico defendió sus logros y se mostró optimista con los problemas que quedan por resolver, como la crisis por la creciente inflación. «El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer», afirmó.
Consultado sobre la continuidad de su gobierno, Johnson aseguró que»por supuesto» que mañana seguirá siendo primer ministro. «Si me quieren preguntar sobre qué estamos haciendo para ayudar a la gente con el costo de la vida, si preguntan sobre qué estamos haciendo para construir más fuentes de energía limpia, algo en lo que este comité se ha interesado, entonces estoy muy interesado en contarles, pero no voy a darles un comentario sobre eventos políticos y vamos a seguir con el gobierno del país», señaló, dejando clara su intención de no renunciar.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, lo acusó de dar un «espectáculo patético» en «el último acto de su carrera política». Según la BBC, Sky News y otros medios internacionales, una delegación de ministros, incluidos pesos pesados como el flamante ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, fue a Downing Street a decirle a Johnson que debe dejar su función.
Todo empezó cuando el martes por la tarde, los ministros de Salud, Sajid Javid, y Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi al mismo tiempo que renunciaban a sus cargos. A ellos los siguieron otros 27 miembros del gobierno, de menor rango, en una masiva salida de secretarios de Estado que continuó este miércoles 6 de julio.
La ola de renuncias y los escándalos sexuales de sus funcionarios cercanos
Las renuncias de Javid y Sunak, dos pesos pesados del ejecutivo y el partido, ocurrieron horas después de que Johnson se disculpara por enésima vez, reconociendo que cometió un «error» al haber nombrado en un importante cargo parlamentario a Chris Pincher, responsable conservador que la semana pasada renunció acusado de manosear, en estado de ebriedad, a dos hombres, uno de ellos diputado.
Tras haberlo negado, Downing Street reconoció el martes que el primer ministro fue informado en 2019 de anteriores acusaciones contra Pincher pero que las había «olvidado».
Al respecto, Sunak señaló que los británicos esperan que el gobierno se comporte de manera «competente» y «seria», «es por esto que dimito», escribió Sunak. Por su parte, Javid consideró que los ciudadanos necesitan «integridad de parte de su gobierno».
La semana pasada, Pincher, quien era encargado de la disciplina de voto parlamentaria de los diputados conservadores, admitió en su carta de renuncia haber bebido «demasiado» y se disculpó por haberse «avergonzado a sí mismo y a otros».
El político conservador, de 52 años, fue acusado de agresión sexual por su comportamiento en un club privado del centro de Londres, el Carlton Club, lo que provocó quejas al partido conservador. Si bien Pincher dimitió como encargado de la disciplina de partido, sigue siendo diputado, lo que provocó peticiones de expulsarlo y de una investigación interna.
«De ninguna manera deben ignorar una posible agresión sexual», tuiteó Angela Rayner, la número dos del partido laborista, principal coalición opositora.
Este caso no es el único, y se suma a otros casos similares en el partido conservador en los últimos meses. A mediados de mayo un diputado sospechoso de violación fue detenido y posteriormente puesto en libertad bajo fianza. En abril, otro dimitió por ver pornografía en la Cámara en su celular. Y un exdiputado fue condenado en mayo a 18 meses de prisión por agredir sexualmente a una niña de 15 años.
Todo esto sumado al escándalo de las fiestas de Downing Street celebradas a pesar de las restricciones contra el Covid durante la pandemia.
Boris Johnson sin el apoyo político de sus pares ni de la opinión pública
Ganador de las legislativas de 2019, cuando logró la más importante mayoría conservadora en décadas gracias a la promesa de realizar el Brexit, el primer ministro cae ahora en picada en las encuestas.
Según un sondeo realizado el miércoles por el gabinete Savanta ComRes, tres de cada cinco votantes conservadores consideran que Johnson no puede recuperar la confianza de la opinión pública y el 72% piensa que debería dimitir.
Además, la mayoría de los británicos consultados lo considera un «mentiroso», a raíz de la investigación de una comisión parlamentaria que busca determinar si engañó a los diputados cuando en diciembre negó la celebración de fiestas durante los confinamientos.
A esto se suma el hecho de que afirmara desconocer las acusaciones contra Pincher, cuando muchos aseguraban lo contrario, y finalmente reconociera su «olvido» al respecto, lo que refuerza las acusaciones de que el primer ministro no dice la verdad.
Información de: Perfil