CAFÉ NEGRO POR ARTURO NÁJERA

26 abril 2022
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EL RECUENTO DE DAÑOS Y LO QUE FALTA.

El ambiente totalmente politizado y polarizado que ha creado la Administración de AMLO y la 4T tiene ya efectos económicos que pueden sumergir al país en una crisis mayor a la esperada. El querer juzgar como traidores a la patria a los diputados que lograron frenar la reforma eléctrica y crear un sentimiento en la sociedad de linchamiento contra quien esté en contra del presidente y sus iniciativas, parece ser el gran circo para evitar que la sociedad ponga atención a los daños estructurales que está sufriendo la economía mexicana y comprometen fuertemente su futuro.

Cada grito mañanero y populista del Presidente representa un incremento de deuda pública de más de 3000 millones de pesos diariamente. El nivel de la deuda asciende a febrero del 2022 a 13.6 billones de pesos, un 30% mayor que el saldo registrado a fines del sexenio de Peña Nieto. El problema es que este mayor endeudamiento no se ha reflejado en un mayor crecimiento y por lo tanto nuestra capacidad de pago es menor. El incremento en las tasas de interés agravará la situación hipotecando a las generaciones futuras. Esta historia ya la vivimos y la conocemos.

 Las finanzas públicas tienden a empeorar a pesar del optimismo de la SHCP y del SAT. Además del incremento de la deuda, los números no dan, estimándose que el subsidio vía la exención del IEPS a gasolinas y diesel costara en forma directa 300 mil millones de pesos. El otro efecto negativo es el costo subsidiado a la generación de energía eléctrica, del cual no hablan porque va en contra de su objetivo de dar a la CFE el control del sector energético del país. Es totalmente irracional el cerrar las puertas a la generación de energías más baratas y renovables con inversiones privadas y dinero fresco que no comprometan y empeoren las finanzas públicas.

El ejecutivo y su equipo no pueden entender que no solo está en juego una reforma eléctrica favoreciendo a la CFE, sino que México y el mundo tienen como reto lograr una reconversión energética hacia energías limpias y económicamente más redituables tanto en lo privado como lo social. No solo no la apoyan, están poniendo más piedras en el camino, con tal de seguir teniendo el poder en CFE y PEMEX. La secretaria de energía tiene controlados y maniatados a los organismos independientes encargados de regular y garantizar el abasto de energía al país, deteniendo literalmente los proyectos privados de generación de energías limpias. Hay 110 proyectos de generación eléctrica, en el escritorio de la Comisión Reguladora de Energía(CRE), de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, CENACE y SEMARNAT. En casi 2 años, solo han aprobado 4 proyectos demostrando que solo son un apéndice del gobierno federal y no instituciones serias que velen por el bien de México. Más Increíble cancelaron proyectos tan importantes en el rubro de trasmisión eléctrica como el de Hermosillo-Mexicali (energía solar), otro el de Ixtepec-Yautepec (energía eólica) en Oaxaca y Malpaso-Playa del Carmen. Esto solo nos llevara a una crisis eléctrica con apagones programados y a un costo mayor de energía. No tenemos ni recursos ni infraestructura para enfrentar el crecimiento de la demanda eléctrica y le queremos apostar a empresas públicas con pérdidas ya crónicas y altamente endeudadas.

Lo clave es reconocer la falta de recursos y tecnología para enfrentar el futuro. En lugar de incentivar la inversión privada, la están ahuyentando y los pocos recursos tendrán que ser destinados al pago de la deuda. La inversión pública esta en sus niveles más bajos históricamente y para acabarla, orientada a caprichos anacrónicos y sin un efecto multiplicador importante para la región y para el país. El único proyecto justificable en la actual administración es el corredor interoceánico del Istmo, pero es el que más retraso presenta, a pesar de saber que creará todo un polo de desarrollo regional y volverá más competitivos los productos mexicanos al mundo, volviéndose además una alternativa y complemento al canal de Panamá.

Un gobierno que privilegia el gasto sobre la inversión está destinado a fracasar, aunque ese gasto se destine a administrar la pobreza con becas y subvenciones para ser popular, está muy lejos de transformar al país y muy cerca de llevarlo al caos.

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