AVISO DE CURVA Rubén Olvera Marines

16 septiembre 2022
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En Coahuila todo sigue igual

La nueva encuesta levantada por Massive Caller en Coahuila, confirma que los movimientos políticos recientes y la reconfiguración de la cartografía de alianzas y alineamientos, no modificaron considerablemente las preferencias electorales para renovar la gubernatura en 2023. 

En el sondeo dado a conocer el pasado 12 de septiembre, la alianza PRI, PAN y PRD se sitúa con un 38.8 % de las preferencias y Morena con 38 %. El escenario es muy parecido al presentado en junio de este año, momento en que la intención de voto se ubicó en 39.1 % y 37.2 %, respectivamente.  

Los reacomodos que siguieron a la renuncia al PRI del diputado Shamir Fernández y su posterior alineación con Ricardo Mejía, aspirante de Morena, así como la inmediata reunión pública celebrada con Manolo Jiménez y Jericó Abramo, difundida como una señal de unidad entre los aspirantes del PRI, no lograron alterar la intención de voto. 

Las preferencias registradas el 15 de agosto, justo antes de que se presentaran ambos sucesos, revelaban una diferencia de 2.1 puntos porcentuales a favor de la alianza PRI-PAN-PRD, 40.1 % frente a 38 % de Morena. En tanto, el 22 de agosto dicha diferencia se situó en 1.7 puntos porcentuales, 39.3% contra 37.6%. 

Es decir, la escisión del legislador federal, entre otras rupturas y adhesiones a favor de Morena, le han costado ocho décimas de punto al PRI. Por lo que, la distancia que separa a ambas ofertas políticas permaneció prácticamente inalterable después de la reconfiguración del mapa político.

Al mismo tiempo, esta relativa estabilidad también muestra, por el momento, un escenario local inmune a los sucesos políticos nacionales. 

Ni los dardos dirigidos al presidente del PRI, Alejandro Moreno, ni la división interna que esto causó al interior del organismo, ni el distanciamiento con el PAN, producto del madruguete que Marko Cortés hiciera al destapar un candidato en el Estado de México, y agravado a causa de los diferendos que ambos partidos han externado respecto a la reforma que ampliaría la presencia del Ejército en las calles, consiguieron afectar en forma significativa las preferencias a favor del PRI o la alianza en Coahuila. 

Aunque, en efecto, habrá que esperar si, a consecuencia del voto de los diputados del PRI a favor de extender la presencia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, el PAN y el PRD anuncian un rompimiento irreversible con el PRI, tanto en aspectos legislativos como electorales. 

En definitiva, una realineación política con estas características, sí podría modificar las preferencias al grado de reconocer la aparición de un nuevo escenario electoral en Coahuila. El PAN presentaría su propio candidato o candidata, lo cual, predeciblemente, restaría votos a quien hasta el momento se perfila como el abanderado de la alianza.  

No obstante, cercanos a la coalición afirman que el rompimiento electoral entre los tres partidos sería una medida extrema, sobre todo porque en el Estado de México los sondeos indican que enfrentar a Morena, cada uno por su lado, sería como saltar al vacío.  

Si bien en Coahuila, el escenario para PRI sin el PAN no parece tan catastrófico, lo cierto es que, si el abanderado tricolor logra la adhesión de los liderazgos del PAN, entre otros, Guillermo Anaya, Marcelo Torres, Alfredo Paredes, Mario Dávila, Jorge Zermeño, Esther Quintana, García Villa, estaría dando un impulso crucial a su candidatura.

Por otro lado, en contra de la opinión de varios analistas, las preferencias a favor de Morena tampoco se han visto afectadas a causa de la lucha interna por la candidatura. Al contrario, en la mayoría de los sondeos, el partido del presidente ha crecido en la intención del voto. 

Los simpatizantes del movimiento han resistido el fuego amigo generado por las huestes de los tres principales aspirantes, Armando Guadiana, Luis Fernando Salazar y Ricardo Mejía. Ni siquiera han causado mucho daño los dardos que, aparentemente, se disparan desde los cuartos de guerra de la tambaleante alianza.  

Lo que sí ha sucedido es una modificación en las preferencias internas de Morena. Es innegable el crecimiento de Ricardo Mejía. Massive Caller lo sitúa con un 25.9 %, prácticamente en un empate técnico con Luis Fernando Salazar (29.6 %). En junio de este año, la diferencia entre ambos era de 11 puntos a favor del ex panista, 26.5 % contra 15.4 % de Mejía.

Sería ingenuo pensar que el escenario político permanecerá intacto, sin embargo, con este breve paso por las encuestas electorales, nos hemos dado cuenta de que hará falta más que un pequeño oleaje para modificarlo.    

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