40gramos de almendras crudas, sin tostar y sin sal
Evita que tu pantalla se oscurezca
Instrucciones
En un robot de cocina, batidora o picadora añadimos las nueces y las trituramos hasta que se conviertan en polvo.
Añadimos el cacao y la sal y volvemos a triturar hasta que se integren.
Echamos los dátiles poco a poco porque si no podría atascarse el robot.
Añadimos las 3 cucharadas de ágave y removemos. Debe quedar una consistencia como de migas de pastel pero que sea pegajosa y que se quede compacta al presionarla, si no os queda así podéis añadir más dátiles (si está demasiado blanda) o más ágave (si está demasiado seca).
Por último, echamos las almendras picadas y removemos para que se repartan. Podéis picarlas con un cuchillo en trozos grandes o si lo preferís podéis triturarlas con el robot para que queden trocitos más pequeños. A nosotros nos gusta encontrarnos las almendras así que no las picamos mucho.
En un recipiente cuadrado o rectangular (nosotros utilizamos uno de 15×20) colocamos papel film o de hornear y echamos la mezcla. Presionamos con ayuda de una cuchara o de las manos para prensarlo y dejarlo con forma de brownie. Metemos en la nevera al menos un par de horas. Lo sacamos pasado ese tiempo, desmoldamos y espolvoreamos con cacao crudo.