EL COMBATE A LA CORRUPCION, “UN SUEÑO GUAJIRO”

La telaraña del poder en México es tan amplia y complicada, al abarcar tanto a la élite política de los últimos sexenios como a la élite empresarial. Es solo rascar un poquito los grandes proyectos de cada sexenio, incluyendo el actual, para encontrar serios quebrantos y un buen número de gente involucrada y de empresas fantasmas, creadas “ex profeso” para delinquir y afectar las finanzas públicas y por ende al pueblo mexicano.

El combate a la corrupción, bandera principal del Presidente para recuperar parte de lo robado por estas elites y recuperar la confianza de la gente, ha quedado simplemente en un instrumento de negociación política y económica, cuyos resultados seguirán siendo nefastos para el país. La trasparencia de la información no existe, y las irregularidades encontradas y de las cuales hay bases sólidas para su investigación, quedan a criterio de la gente en el poder.

Delicado el asunto, si consideramos que muchos de los actores de esta corrupción, siguen sentados en la mesa del presidente, el cual los a ungido como “excelentes servidores públicos” o buenos empresarios preocupados por el futuro del país. La separación de la política y la economía objetivo y estrategia presidencial no se ha logrado, ya que, las decisiones van más a tener el control. que a combatir el problema.

Ahí tienen el caso de la reforma eléctrica y el Litio, de los cuales van a salir chispas. La visita de la secretaria de energía estadounidense es un reflejo de ello, y no porque nos vengan a leer la cartilla, sino por el simple hecho de que nos jactemos de comprar una refinería en EUA y nosotros no podamos respetar contratos de suministro de energía ya firmados y avalados. Si hay irregularidades que se corrijan y se castiguen a los responsables, pero no se usen de pretexto para cambiar toda la política energética del país.

PEMEX sigue siendo parte de esto. El caso Lozoya ya parece más una telenovela que un asunto jurídico y a pesar de los intentos del presidente por limpiar su imagen, los vicios siguen. Una investigación de Forbes arrojó que la mayoría de los lideres seccionales del sindicato de la paraestatal ganan más que el Presidente. A como vamos, resulta que el sueldo del Presidente es el que esta fuera de mercado, ya que hay académicos, científicos, políticos y hasta técnicos en mantenimiento del sindicato de Pemex que ganan más.

La parte con los privados tampoco anda bien, uno de los gallos del presidente para comprar Banamex, Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca, Elektra, Banco Azteca y otras), de acuerdo al SAT tiene adeudos fiscales de 40 mil millones de pesos, no solo por no pagar sus impuestos, sino por deducir pérdidas fiscales de otras empresas bajo un régimen de consolidación de resultados. Una trácala de alto nivel y que la SCJN decreto que pague los primeros 2600 millones. Esto se pone color de hormiga si consideramos que una empresa de este grupo, de acuerdo a la investigación de la revista Proceso, vendió un terreno de 190 Has. a FONATUR, administrador de la construcción del Tren Maya en 8 veces más a su valor de adquisición. Que chulada de negocio.

Los recientes cambios(Enroques) en los principales puestos de estas administraciones son resultado de ello. Por lo tanto, esto no es culpa de los Neoliberales ni Conservadores, es de gente corrupta con el poder necesario para sentirse impune. Otro tipo de delincuencia organizada.