Sigue creciendo el disgusto entre la ciudadanía que por muchos años apoyo al PAN pensando que eran oposición al PRI, los discursos, las frases y los supuestos enfrentamientos que simularon combatir a la corrupción hoy se diluyen dejando en claro una realidad que algunos aun se niegan a creer, al menos en Coahuila los panistas siempre fueron comparsas, sujetos conformistas que lo único que presagian era una rebanada del pastel, al final de cuentes siempre les toco algo, bien fueran prerrogativas, puestos, trabajo, lugares en el congreso o prestaciones, durante largos años fingieron bien y eso les logro frutos sin necesidad de desgastarse o trabajo para conseguirlo, años muy cómodos donde obtuvieron Notarias, magistraturas y contratos, bien que supieron engañar dándose golpes de pecho, si el PRI a estado casi 100 años en el poder es gracias a ellos, socios disfrazados de enemigos que siempre estuvieron a modo.
Por ello mantuvieron a su partido como un exclusivo club social en donde lograr ingresar resultaba prácticamente imposible, idearon bien pues ser miembro del PAN siempre fue algo imposible, no querían ni ocupaban crecer, si acaso te hacían el favor te consideraban como un adherente pero nunca como miembro con voz y voto, para que ser más y tener que repartirse menos, el negocio siempre fue de un pequeño y selecto grupo, al ser los únicos supuestos opositores todo les llego del cielo, por décadas se dividieron todo en dos, los que querían al PRI con su mañas o excesos y quienes eran contras a un sistema por demás arcaico y lleno de corrupción, la llegada de otras opciones les fue agotando, su poco trabajo, nula presencia fuera de tiempos de elecciones o la escasa cercanía a la sociedad y sus problemas les menguo la posibilidad de obtener votos sin trabajarlos o merecerlos, negados a trabajar o esforzarse hoy pretenden encontrar una nueva forma de continuar sirviendo al PRI y mantener privilegios del poder ademas de gozar de los recursos públicos, con todo el cinismo y la desvergüenza se dicen patriotas, aseguran que para enfrentar un mal mayor se solidarizan con lo que por años criticaron, sin pudor alguno piden ahora el voto a favor del PRI, dejaron el honor de lado actuando con total cinismo, para muchos resulta bizarro escuchar un cambio tan dramático en el discurso, décadas de estar señalado, emitiendo quejas o reclamos para terminar siendo porristas tricolores.
Poniendo un ejemplo burdo ahora pretenden ser el policia que ayuda al narcotraficante para matar al secuestrador y por ello creen o piden tener un reconocimiento meritorio.
