El poder de las historias

Contar historias es uno de los entretenimientos más placenteros y al mismo tiempo de los más influyentes. Desde las parábolas que Jesucristo utilizaba para aleccionar a sus discípulos a la repercusión de la Ilíada como texto de cabecera de Alejandro Magno en sus conquistas representan ejemplos de lo esencial que ha resultado la intervención de los relatos en el desarrollo de la humanidad. 

Y es que, cuando las narraciones se plasman por medio de la escritura surge la literatura, y esta redacción de sucesos reales o ficticios otorga el poder de cambiar la realidad y nuestra forma de conducirnos en ella. 

Hace algunos años, el profesor de la Universidad de Harvard, Martin Puchner, emprendió la aventura  de recorrer los lugares esenciales de la historia de la literatura: Turquía, Londres, España, la región Maya. Cada experiencia le permitió entender cómo las letras han transformado el mundo y de esta travesía nació: “El poder de las historias, o cómo han cautivado al ser humano, de la Ilíada a Harry Potter”, ensayo histórico publicado en Barcelona durante 2019, por la editorial Crítica, con 416 páginas y que representa la organización sistematizada de la palabra escrita en sus distintas evoluciones tecnológicas y narrativas. 

Puchner, identifica con mucha habilidad el recorrido de la literatura en cuatro fases: La primera perteneciente a los escribas y su sistema de escritura arcaico, donde los textos fundacionales hacen su aparición. En la segunda etapa emergen los grandes maestros: Buda, Sócrates y Jesús. Posteriormente, el auge de las novelas, que expone a “Don Quijote” como pionera e insignia. Por último, argumenta que con llegada de la imprenta y la alfabetización en masas surge la popularización de doctrinas políticas como el “Manifiesto Comunista”, o la explotación comercial de “Harry Potter”. 

Sin duda, un magnífico periplo sobre la historia de la palabra escrita que brinda la oportunidad de comprender que un relato no es sólo la narración estructurada de sucesos mediante el lenguaje, sino también, el vestigio y secuencia del progreso de la humanidad.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.