Inglaterra se declaró lista para celebrar el Mundial 2022, cuya sede original, Qatar, está bajo cuestionamiento tras el anuncio de renuncia de Joseph Blatter quien informó hoy que la FIFA ya inició su reforma.
Se trabaja para una «reforma significativa», dijo hoy Blatter, en un comunicado, tras reunirse con el Domenico Scala, presidente independiente del Comité Auditor a cargo del Congreso extraordinario que votará al nuevo presidente de la FIFA, entre diciembre de 2015 y marzo de 2016.
«Por supuesto que si la FIFA nos pregunta si podemos celebrar el Mundial, tenemos las facilidades para hacerlo», dijo a su vez John Whittingdale, ministro de Cultura inglés, en una exposición ante la Cámara de los Comunes.
El funcionario admitió no obstante que si Rusia se mantiene como sede del Mundial 2018 será difícil que Europa celebre dos Mundiales seguidos, por lo que la Copa 2022, si sale de Qatar, iría a Estados Unidos, según afirman especialistas.
Inglaterra y Estados Unidos estaban entre los derrotados de la votación de 2010, hoy bajo la lupa, por pago de sobornos. El FBI afirmó ayer que la doble votación de 2010 que asignó los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 forma parte de la investigación que provocó la semana pasada el arresto de dirigentes por graves denuncias de corrupción en la FIFA.
«Ya logramos el cambio de liderazgo, pero es sólo el inicio del proceso, no el final», afirmó hoy Whittingdale, asumiendo para Inglaterra un rol clave en la oposición europea a la continuidad de Blatter, tras 17 años como presidente de la FIFA.
El llamado FIFAgate sigue provocando a su vez fuertes repercusiones en Latinoamérica, pues Jack Warner (expresidente Concacaf, entre los imputados por el FBI) denunció que la FIFA intervino inclusive para perjudicarlo en la política interna de Trinidad y Tobago.
La Concacaf quedó conmocionada pues también el sucesor de Warner, el caimanés Jeffrey Webb, fue imputado por el FBI, y algo similar sucede en la Conmebol, cuya vieja guardia dirigencial quedó acusada de cobrar sobornos en contratos de TV y marketing. La cámara de Diputados de Paraguay derogó ayer una ley que declaraba inviolable la sede administrativa de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en Luque, vecina de Asunción, según una ley que databa de 1997 y daba al edificio el mismo estatus de una embajada o legación diplomática.
«Es una barbaridad que se haya otorgado a un ente privado la posibilidad de actuar en nuestro territorio al margen de la justicia», argumentó el diputado Hugo Rubín, del minoritario partido Encuentro Nacional. «Gozan de inmunidad contra allanamiento, requisación, confiscación, y expropiación y contra toda otra forma de interferencia, ya sea de carácter ejecutivo, administrativo, judicial o legislativo», dijo el legislador.
Nicolás Leoz, expresidente paraguayo de la Conmebol, poderoso empresario en Paraguay, está bajo arresto domiciliario, en tanto la justicia estudia el pedido de extradición de Estados Unidos, pues también él integra la lista de imputados del FBI.
En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro allanó a su vez la sede de la Federación Venezolana de Fútbol, cuyo presidente, Rafael Esquivel, fue arrestado en la redada del miércoles pasado en Zurich, pues integra la misma lista de imputados.
El Ministerio Público de Venezuela informó que el allanamiento fue realizado por funcionarios de la División de Contrainteligencia Militar, en busca de «elementos de interés criminalísticos» que sean relevantes para la investigación.
El Ministerio pidió también que se congelen las cuentas bancarias de Esquivel y se le prohíba vender sus bienes.
En Argentina, la empresa Torneos inició las «las medidas legales necesarias para remover a Alejandro Burzaco de sus cargos de gerente general y presidente» de la compañía, después de su inclusión en la lista del FBI.
Burzaco, que en Buenos Aires era considerado una mano derecha del fallecido presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) durante 35 años, Julio Grondona, sigue prófugo, igual que Hugo y Mariano Jinkis, también ejecutivo de TV (Full Play).
