Ayala, Morelos.- En venganza por el trato indigno, que dicen, recibían a manos de Ramón Gutiérrez Uribe, de 31 años, dueño del bar “El Torito”, ubicado en el poblado de Anenecuilco, municipio de Ayala, quien aparentemente golpeaba y humillaba a familiares y trabajadores; su propio hermano Bladimir Jovan, y dos personas más, le dieron una golpiza, pero se les pasó la mano y lo mataron.

Un día después de cometer el crimen, Bladimir Jovan denunció la desaparición de su hermano, pero al iniciar las investigaciones fueron descubiertos y quedaron detenidos acusados de haber cometido el delito de secuestro agravado y pasarán largo años en prisión de ser encontrados culpables.

Sobre este caso, se informó que el día 24 marzo del año en curso, Bladimir Jovan interpuso una denuncia por el delito de persona extraviada o no localizada en agravio de su hermano Ramón.

Pero por las indagatorias realizadas por los agentes de la Policía de Investigación Criminal de la zona Oriente, se estableció que la noche del 23 de marzo, la bailarina y pareja sentimental de Ramón Gutiérrez, Sonia Guillermina Gil Lucero, alias “Tania”, lo llamó por teléfono y con el engaño que ya le había conseguido quien le prestara 30 mil pesos que necesitaba, lo citó en San Carlos, Yautepec.

El hoy occiso llegó a bordo de una camioneta Ford Windstar, y la mujer la abordo, pero le pidió que pasaran al baño a una gasolinera del lugar, indicándole la mujer que se estacionara en un lugar apartado en donde Ramón fue sorprendido por su hermano y el taxista Rubén Jacobo Moreno, quienes por la fuerza, tras someterlo, se lo llevaron en su propia camioneta y se dirigieron hacia un camino de terracería ubicado en el campo de la Huizachera, del poblado de El Caracol, de Yautepec.

Ahí, armados de palos y tubos le dieron una golpiza a Ramón hasta matarlo. Posteriormente arrastraron y abandonaron el cuerpo a unos 20 metros hacía dentro de los cañaverales de dicho ejido, acordando en el lugar que Sonia y el taxista debían desaparecer de inmediato, mientras que al siguiente día Bladimir Jovan acudió a denunciar la supuesta desaparición de su hermano.

Pero como resultado de las investigaciones, tras recabar evidencias para la localización del supuesto desaparecido, personal de la Fiscalía Regional Oriente cateó el domicilio de Sonia Guillermina, en el fraccionamiento Maravillas, de la colonia Paracas, municipio de Yautepec, logrando saber que la mujer ya había abandonado el estado tratando de evadir la acción de la justicia.

Sin embargo, se logró su ubicación y en cumplimiento a una orden de aprehensión obsequiada por el Juez de Control y Juicio Oral, inicialmente por el delito de privación ilegal de la libertad y lo que resulte, se realizó su detención en un centro nocturno ubicado en el centro de Tlaxiaco, Oaxaca, lugar donde había huido con el taxista Rubén Jacobo Moreno, por lo que ambos fueron detenidos.

Posteriormente, los agentes hicieron lo propio con Bladimir Jovan y tras los cuestionamientos lograron saber dónde habían dejado el cadáver de la víctima y lo encontraron en avanzado estado de putrefacción, el pasado domingo 19 de abril, en los ejidos conocidos como El Caracol, de Yautepec.

Sonia y Rubén reconocieron la participación de Bladimir en el secuestro y homicidio de Ramón, ya que afirmaron en el caso de la mujer, que pese a tener una relación con el victimado, este no le pagaba completo el salario pactado por su trabajo en el bar, y además la golpeaba y humillaba.

En el caso de Bladimir, este dijo que constantemente lo corría del lugar por varios días y lo volvía a contratar, siempre pagándole lo que quería, pero además lo acusaba de que “le robaba dinero”.

Rubén confesó que al estar enamorado de Sonia, indignado por el trato que la víctima le daba a su amada, se prestó para ayudarlos, en el entendido de que sólo le iban a dar “una golpiza como escarmiento”, pero se les paso la mano y lo mataron y por eso él y Sonia, huyeron del estado

Los tres detenidos fueron puestos a disposición del Juez de Control y Juicio Oral del Tercer Distrito Judicial y recluidos en la cárcel Distrital de Cuautla, a fin de que se determine su situación jurídica.