Una ‘crisis’ llega al INE; acusan parcialidad

26 febrero 2015
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mini-INELas tensiones entre los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y representantes de siete de los 10 partidos políticos cumplieron una semana este miércoles, cuando faltan apenas tres meses para las elecciones del 7 de junio para renovar la Cámara de Diputados y cientos de cargos a nivel local.

Para las fuerzas políticas inconformes, el INE vive una «crisis», pues consideran que actúa de forma parcial para favorecer al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a sus aliados tradicionales, el Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal).

Estas acusaciones comenzaron el miércoles pasado, cuando por los votos de seis de los 11 consejeros el Instituto postergó la discusión de un documento con las reglas que deberán seguir los funcionarios públicos de todos los niveles, para evitar el uso de recursos del erario con fines político-electorales.

Molestos con la decisión, los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Morena, del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (MC), Encuentro Social (PES) y Humanista abandonaron el salón y advirtieron que no volverían a reunirse con el INE hasta que éste actúe con imparcialidad.

Este miércoles cumplieron su amenaza y se ausentaron de la sesión, en la que finalmente se aprobó el documento postergado y en la que el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, los llamó a volver a la mesa y aseguró que la Institución está abierta al diálogo.

«No podemos obviar lo sucedido en estos días, y sin que ello signifique de ninguna manera una subordinación de esta autoridad a las pretensiones de ningún actor político, estamos en la ruta de mejorar nuestros procesos, de procurar una comunicación más fluida con todos los actores, y ratificar que el actuar del INE se ciñe de manera irrestricta a un actuar imparcial», dijo por la mañana.

Mientras tanto, los representantes del PRI, del PVEM y del Panal criticaron la ausencia de las demás fuerzas y las acusaron de querer «victimizarse» para ganar simpatías entre los electores.

«(Se trata de) una clara estrategia para desacreditar al órgano electoral y al propio proceso», dijo el priista José Antonio Hernández Fraguas.

El retiro de la mesa, «en firme»

Más tarde, sin embargo, el llamado de Córdova fue rechazado por los partidos inconformes, que en rueda de prensa presentaron un documento con 15 señalamientos contra la autoridad electoral, como atender quejas «acatando consignas del oficialismo» y tener retrasos en la fiscalización de los recursos de los aspirantes a cargos de elección.

«La crisis de legalidad e imparcialidad que vive el Instituto es este conjunto de acciones y omisiones», dijo el senador Javier Corral, representante del PAN.

«Nosotros aquí estamos firmes en nuestra decisión, respaldados por nuestras dirigencias nacionales (…) Hemos recibido directamente del presidente del partido el respaldo, tanto a los planteamientos que aquí hemos formulado como a mantener nuestro retiro de la mesa del Consejo General del Instituto Nacional Electoral mientras no cambien las circunstancias que nos han llevado a esa decisión», agregó.

El exsenador Pablo Gómez, representante del PRD, señaló por su parte que los consejeros no muestran disposición para atender las inconformidades expuestas.

«A pesar de esta reacción de siete partidos frente a omisiones y actos ilegales de parte de la autoridad ejecutiva del Instituto, después del miércoles pasado han seguido… es como si no hubiera pasado nada», dijo el perredista.

«Tienen mucha urgencia de que estemos sentados en una mesa. ¿Si no hacen caso, si no responden?», añadió.

«Un momento de coyuntura»

En los comicios federales pasados, en 2012, los partidos también acusaron a la autoridad electoral de favorecer al PRI.

Tras esos cuestionamientos, en 2014 se promulgó una reforma que sustituyó al Instituto Federal Electoral (IFE) por el INE, bajo el argumento de que esta nueva institución —encabezada por Córdova, elegido por consenso en la Cámara de Diputados— tendría más legitimidad y podría ganarse la confianza de fuerzas políticas y ciudadanos.

Pero a 10 meses del nacimiento formal del INE, los representantes de los partidos inconformes ya ponen en duda su actuación, y este miércoles anunciaron que entregarán a Córdova el documento con sus 15 señalamientos, y que esperarán una respuesta pronta, mientras que algunos consejeros aseguraron estar abiertos al diálogo.

En un encuentro con medios, el consejero Marco Baños incluso planteó la posibilidad de establecer una mesa, externa a la del Consejo General, en la que las fuerzas políticas puedan expresar sus quejas.

Baños es uno de los consejeros más criticados por la oposición y algunos analistas, que lo acusan de encabezar un bloque que favorece al PRI con sus votos.

Cuestionado al respecto este miércoles, Baños negó tener vínculos con el priismo y rechazó calificar de «crisis» la situación por la que atraviesa el INE.

«Es un momento de coyuntura que debe ser analizado con mucho cuidado y sobre el cual tenemos que actuar para que la mesa esté totalmente integrada», dijo.

Al final de la sesión de este miércoles, en tanto, el consejero Córdova rechazó hablar con la prensa como habitualmente lo hace al final de las actividades del INE.

 

EL MAÑANA

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