Signos de Alta Inteligencia Emocional.

5 junio 2019
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1. Piensas en los sentimientos.

La inteligencia emocional comienza con lo que se llama conciencia propia y social, la capacidad de reconocer las emociones (y su impacto) tanto en ti como en los demás.

Esa conciencia comienza con la reflexión. Te haces preguntas como:

  • Cuáles son mis fortalezas emocionales? ¿Cuáles son mis debilidades?
  • ¿Cómo afecta mi estado de ánimo actual a mis pensamientos y la toma de decisiones?
  • ¿Qué está pasando bajo la superficie que influye en lo que otros dicen o hacen?

Reflexionando sobre cuestiones como éstas, se obtienen valiosos conocimientos que pueden ser utilizados en tu beneficio.

2. Haces una pausa.

La pausa es tan simple como tomarse un momento para detenerse a pensar antes de hablar o actuar. (Fácil en teoría, difícil en la práctica.) Esto puede ayudar a evitar momentos embarazosos o compromisos demasiado rápidos.

En otras palabras, la pausa te ayuda a abstenerse de tomar una decisión permanente basada en una emoción temporal.

3. Te esfuerzas por controlar tus pensamientos.

No tienes mucho control sobre las emociones que experimentas en un momento dado. Pero puedes controlar tu reacción a esas emociones enfocándote en tus pensamientos.

Al esforzarte por controlar tus pensamientos, te resistes a convertirte en un esclavo de tus emociones, permitiéndote vivir de una manera que esté en armonía con tus metas y valores.

4. Te beneficias de la crítica.

Nadie disfruta de la retroalimentación negativa. Pero tú sabes que la crítica es una oportunidad para aprender, aunque no sea de la mejor manera. E incluso cuando es infundada, te da una ventana para ver cómo piensan los demás.

Cuando recibes retroalimentación negativa, mantienes tus emociones bajo control y te preguntas a ti mismo: ¿Cómo puede esto hacerme mejor?

5. Muestras autenticidad.

Autenticidad no significa compartir todo de ti mismo, con todos, todo el tiempo. Significa decir lo que quieres decir, pensando lo que dices, y apegarse a tus valores y principios por encima de todo lo demás.

Sabes que no todo el mundo apreciará que compartas tus pensamientos y sentimientos. Pero los que importan sí.

6. Demuestras empatía.

La capacidad de mostrar empatía que incluye la comprensión de los pensamientos y sentimientos de los demás, te ayuda a conectarte con los demás. En lugar de juzgar o etiquetar a otros, trabajas duro para ver las cosas a través de sus ojos.

Empatía no significa necesariamente estar de acuerdo con el punto de vista de otra persona. Más bien, se trata de esforzarse por entender, lo que te permite construir relaciones más profundas y conectadas.

7. Alabas a los demás.

Todos los humanos anhelan el reconocimiento y el aprecio. Cuando elogias a otros, satisfaces ese anhelo y construyes confianza en el proceso.

Todo esto comienza cuando te concentras en lo bueno de los demás. Luego, al compartir específicamente lo que aprecias, los inspiras a ser la mejor versión de sí mismos.

8. Das retroalimentación útil.

La retroalimentación negativa tiene un gran potencial para herir los sentimientos de los demás. Al darte cuenta de esto, enmarcas la crítica como una retroalimentación constructiva, para que el receptor la vea como útil en lugar de dañina.

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