*LA CIUDAD Y EL CIUDADANO.* POR: G.A.R.

28 marzo 2019
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LA REFORMA EDUCATIVA Y EL APOYO A LA EDUCACIÓN EN LOS MUNICIPIOS.

EL BANCO DE MÉXICO VE MUY CIMPLICADA LA SITUACIÓN DE PEMEX.

EU REGRESA A LA LUNA ANTES DE 5 AÑOS, CON UNA MUJER…Y UN HOMBRE.

UN HISTORIADOR HACE UNA DEFENSA MUY INTERESANTE DE LAS CARTAS DE AMLO.

VENEZUELA SIGUE EN ESTADO DE COMA.

LA OLEADA DE MIGRANTES CONVULSIONA LA VIGILANCIA, DEL OTRO LADO, EN LA FRONTERA.

LA SEGUNDA TEMPORADA DE STAR TREK, UNA NUEVA ESPERANZA EN EL ESPACIO.

SE BUSCA UN AS, CONTRA RELOJ, PARA LA BARAJA DE PITCHEO SARAPERA.

*LA CIUDAD.*

Mientras que a nivel nacional, la Reforma (de la reforma del sexenio pasado) Educativa está en sus momentos finales – y decisivos – en el Congreso de la Unión. Extrañamente, hay que decirlo, lo que está a punto de aprobarse, ha generado un amplio consenso en analistas de todos los flancos y posiciones. Sigue habiendo muchas críticas, pero es de las iniciativas del régimen de AMLO, que sorprendentemente ha respetado mucho ya existía, en la reforma de Peña Nieto, cuando inicialmente habían dicho que no iban a dejar ni una coma.

Por eso, es muy importante que mientras la reforma avanza en el Legislativo Federal, a nivel local, los municipios puedan mantener los apoyos, que desde sus posibilidades puedan realizar. Que buena noticia que Saltillo, el Ayuntamiento, haya decidido mantener su programa de becas a estudiantes de escasos recursos, en todos los niveles, a pesar de los ajustes en participaciones y fondos federales. Muy claro, educación: prioridad de prioridades.

*EL PAÍS.*

EL BANCO DE MÉXICO VE MUY COMPLICADA LA SITUACIÓN DE PEMEX.

Es imposible hablar con un gobernador de banco central sin pensar que se está mordiendo la lengua. Alejandro Díaz de León (Ciudad de México, 1969) no es una excepción: en cada respuesta se guarda algo, aún más a muy pocos días vista de la decisión de tipos de interés de este jueves.

El jefe del instituto emisor mexicano se prodiga poco ante la prensa y cuando lo hace —como esta vez, en el marco de la convención bancaria mexicana— no quiere pisar charcos y se refugia en los tecnicismos.

Deja, eso sí, un par de avisos a navegantes. Uno: que la situación de Pemex preocupa, y mucho, en el cuartel general del Banco de México.

Y dos: nuestro país debe hacer todo lo posible por evitar una rebaja en la calificación de su deuda, después de que las calificadoras amenazasen con degradarla por, precisamente, los problemas de la petrolera estatal.

Pregunta. ¿Cree que está plenamente garantizada la independencia del banco central mexicano?

Respuesta. Creo que el Banco de México llega en buena forma a sus 25 años de autonomía, y veo plena convicción en muchos frentes sobre la conveniencia y las bondades de tener un banco central autónomo.

P. ¿Ve positivo el Presupuesto de 2019 desde el punto de vista de la estabilidad económica?

R. Creo que fue bien recibida la meta del 1% de superávit primario. Tener una política macroeconómica prudente, junto con una sólida postura monetaria, enfocada en mantener la inflación baja, y la mejoría que han tenido las metas fiscales, ha ayudado a la economía mexicana a sobrellevar la volatilidad. El reforzamiento de la postura macroeconómica ha permitido ajustarse con orden ante los choques de los últimos años. Valoro la resiliencia de la economía mexicana.

P. De cero a diez, ¿cuánto le preocupa Pemex?

R. Con métricas de cero a diez parece que uno tuviera un método sofisticado para llegar. Es un factor de riesgo de alta importancia por su impacto en las finanzas públicas y en la economía.

P. En cambio, las agencias de rating no parecen muy convencidas: ya han dado señales de que pueden rebajar la calificación. ¿Lo teme?

R. Siempre hay elementos de riesgo. En particular, los retos de Petróleos Mexicanos [Pemex], que deben ser atendidos, enfrentados y superados.

P. ¿Qué supondría una degradación de la deuda soberana mexicana?

R. Es deseable tener la mejor calificación crediticia posible y creo que debemos procurar conservarla. Una potencial rebaja es un elemento que hay que mitigar.

P. ¿Debería ser la prioridad de las autoridades mexicanas?

R. Por supuesto que es un objetivo. En el corto plazo es uno de los elementos que deben ocupar.

P. ¿Cuánto le inquieta que el Congreso de Estados Unidos pueda votar en contra del T-MEC [el acuerdo comercial pactado entre los Gobiernos de EE UU, México y Canadá para sustituir al TLC de 1994]?

R. Los factores de riesgos hay que tenerlos presentes siempre, aunque hayan disminuido. Hasta que no termine el tránsito completo, y entendemos que siempre es complejo, estarán ahí.

P. Los tipos no pueden seguir subiendo en México. ¿Tiene miedo a una salida de capitales en la segunda mitad del año?

R. Más que identificar y hablar de un riesgo en particular, lo que se ha tratado de hacer es tener una postura macroeconómica y un tipo de cambio como variable de ajuste que den a la economía la capacidad de hacer frente a choques y de conservar la característica de ser un buen destino para el capital extranjero.

Hay muchos riesgos que siempre están presentes, pero se están tomando acciones para mitigarlos. Desde finales del año pasado y en lo que va de este hemos visto un comportamiento de los mercados en ese sentido.

P. Su predecesor, Agustín Carstens, advirtió hace dos años y medio, tras la victoria de Trump, de que la llegada del republicano a la Casa Blanca podría ser una película de terror para México. ¿Ha pasado ya ese riesgo?

R. No hablaría yo de analogías con Hollywood. Hay que identificar los retos y las alternativas para manejarlos y encauzarlos de la mejor manera posible.

El entorno actual es altamente incierto y de volatilidad, con tensiones comerciales. Lo que hay que hacer es ser más resiliente, reforzando aquellos elementos que permitan a la economía ser más resistente a los choques. Muchos factores de riesgo [de hace tres años] siguen presentes con diferente o menor intensidad.

P. ¿Hubiera dicho usted lo de la película de terror?

R. No, no lo hubiera dicho. Y, por lo mismo, prefiero no insertarme en la saga (risas). Cada quien tiene su manera de comunicar y transmitir, y Agustín [Carstens] lo hizo de esa manera, con sus motivos.

En los mismos es muy claro decir que hay factores de riesgo que suben y bajan de intensidad, y que es importante tener una postura sólida para hacer frente a esos episodios de angustia y de volatilidad.

P. Entre esos factores de riesgo es especialmente preocupante para México la desaceleración de la economía global y, muy especialmente, de la estadounidense. ¿Cuánto le preocupa?

R. Estamos, obviamente, muy vinculados. Hemos visto un entorno externo de revisión a la baja en las expectativas de crecimiento y, dentro de ese contexto, estaremos incorporando toda esa información en la decisión [de tipos] del jueves.

P. El Banco de México siempre ha sido muy beligerante en los avisos de potenciales efectos de la subida del salario mínimo. Este año hemos visto un alza muy importante del suelo salarial y, por ahora, no se atisban grandes efectos sobre los precios. ¿Cree que hay que cambiar ya la narrativa?

R. Para nosotros es muy importante, y lo hemos destacado como un factor de riesgo, cuando las negociaciones salariales no reflejan las ganancias en productividad porque puede convertirse en una presión de costos.

Por eso lo que hemos destacado es que es un factor de riesgo que conviene seguir monitoreando. No hay duda de que la brecha entre el salario mínimo y la canasta [básica] hay que zanjarla, pero la pregunta es cómo hacerlo de la manera más sostenible posible y con menores riesgos para el empleo y para la inflación. Ese es el reto.

P. No cree, entonces, que haya que revisar parte de la literatura económica al respecto.

R. No daría yo un mensaje o un viraje [en el sentido] de que hemos encontrado algo que nos haga replantear las cosas. Es muy claro: tenemos una brecha importante entre el salario mínimo y una canasta adecuada. Pero tenemos que monitorear bien cuál es la dinámica salarial en la economía.

P. ¿Es la ciberseguridad el mayor reto que enfrenta hoy el sistema financiero mexicano?

R. Es un riesgo que debemos acostumbrarnos a no verlo en aislado, sino como parte integral del sistema financiero. Es tan reciente y tan novedoso globalmente, que nos toma a todas las autoridades con menos instrumentos, menos herramientas y menos horas de estudio en el tema. Eso hace que debamos imponer mayor importancia sobre este asunto: el riesgo va a ser creciente y el tiempo que se pierda va a complicar la defensa.

P. La sensación generalizada es que México ha tenido más problemas de ciberseguridad en los últimos tiempos que otros países de su entorno. ¿Por qué?

R. No sé cómo compara lo que hemos visto en frecuencia y montos de los ataques. No sé si destaque respecto a otras economías: son métricas recientes y difíciles de comparar. Lo que queda claro es que muchos de estos ataques han proliferado en los dos últimos años y que tenemos que incorporarlos en nuestro tablero de control cotidiano.

*CULTURA.*

A FAVOR DE LAS CARTAS DE AMLO; TERMINAR CON HERIDAS DE LA CONQUISTA: PEDRO SALMERÓN, HISTORIADOR.

Pedro Salmerón es historiador, experto en la Revolución Mexicana, en las figuras de Pancho Villa y Porfirio Díaz. Desde diciembre dirige el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, «órgano de consulta en materia de historia nacional».

Llegó al cargo con el nuevo Gobierno, que preside Andrés Manuel López Obrador. Preguntado sobre el asunto de la carta, la petición de disculpa del Gobierno de México al estado español, Salmerón accede a hablar, pero insiste: «Lo hago a título personal, no como director del instituto».

Pregunta. En una entrevista en 2018, recién nombrado al frente del instituto, dijo que hay que «dinamitar esa idea de que México fue un pueblo conquistado, sometido y sojuzgado». ¿Qué quería decir exáctamente?

Respuesta. Los españoles entraron a una dinámica de guerra mesoamericana. Entonces estaban enfrentadas dos coaliciones mesoamericanas. No es una lógica europea, es mesoamericana. Una de las coaliciones aprovecha la situación, la llegada de los españoles.

Los metió de entrada en esta dinámica el cacique Xicomecoatl, de Cempoala -el primero al que se encuentran los hombres de la expedición de Cortés.

Para aclararnos, los españoles no ocupan el territorio y exterminan militarmente al enemigo. Lo sojuzgan y lo vuelven tributario. Como los mexicas.

Y antes de los mexicas, los tepanecas. Y antes los acolhuas. Y antes los toltecas… En lugar de someter e imponer formas de gobierno y someterlos efectivamente al rey, lo que hacen los españoles es convertirse en los nuevos tributarios.

Salmerón dice que «al dinamitar la idea de conquista, dinamitamos la idea de pueblo conquistado». La guerra no la traen los españoles, existía de antes, defiende. La idea de conquista es una construcción basada en los escritos de los cronistas de indias y, en mayor medida, de los frailes del siglo XVII y XVIII, sobre todo Fray de Torquemada o Francisco Clavijero.

Esa noción, añade, la recupera el PRI a finales de la década de 1940. El partido único la convierte en idea dominante en base a ideas de filósofos como Octavio Paz o Emilio Uranga. ¿Por qué nos sentimos descendientes de Cuauhtémoc y no de Xicomecoatl?

P. ¿Por qué hizo eso el PRI?

R. Para hacer del pueblo un pueblo niño. Un pueblo traumado, un pueblo hijo de la chingada, de la violada, reduciendo el invento del mestizaje, que es un invento ideológico, como todo invento racial, a la violación de Cortés a la Malinche. Esa es la historia.

P. ¿Bajo qué lógica entiende el asunto de la carta de López Obrador?

R. Me parece correcto. Primero, porque López Obrador no está pidiendo al estado español que se disculpe ante la nación mexicana, inexistente en el siglo XVI. Sino que lo haga ante los pueblos originarios. A los que el estado mexicano también debe pedirles disculpas, porque cometió atrocidades igual de grandes o mayores contra los pueblos originarios, sobre todo en el siglo XIX.

Es correcto porque abona a lo que realmente queremos, la reconciliación entre nosotros mismos y así superar ese pasado. Y eliminar de una vez ese resentimiento popular que sigue habiendo contra el español.

P. ¿Usted cree que sigue existiendo?

R. Sí, lo sé. Lo he visto. Y lo combato permanentemente. Y creo que el rey Felipe podría entenderlo. Está bien. Lo que más me importaría a mí es la reconciliación.

*EL MUNDO.*

CARACAS, Y VENEZUELA, SIGUEN EN ESTADO DE COMA.

39 DÍAS LE QUEDAN AL RÉGIMEN DE MADURO.

Mientras las capitales del mundo transitaban el martes, como cualquier otro día, por los caminos de una jornada laboral intensa, dinámica y atareada, Caracas amanecía de nuevo en estado de coma. Recuperándose como podía del segundo apagón más grande de toda su historia en apenas un mes.

Un nuevo día —el décimo en lo que va de año— sin servicio de metro, sin actividades escolares ni académicas, sin centros comerciales, sin trabajo en la administración pública. Sin autobuses y con muy pocas tiendas abiertas.

El volumen de automóviles de la capital venezolana era, nuevamente, similar al de un primero de enero, con un nivel de conectividad un 87% inferior a lo habitual cualquier otro día de diario, según los datos de la oposición.

Caracas estaba, este martes, secuestrada por un rotundo silencio. Un silencio opresivo, desconcertante, perturbador. Un silencio tan espeso que parece haber devuelto a esta urbe, habitualmente ruidosa, densa y caótica, a las dimensiones de la edad de piedra.

La quietud dejó la a la ciudad más poblada de Venezuela desprovista de su natural perfil metropolitano. La capital cerró sobre sí misma y quedó hundida en su tupido entorno vegetal.

Las bandadas de loros que habitan en sus caobos pasaban por la tarde cada poco tiempo, alterando el paisaje con su alborozo, dejando recados sin contenido mientras la tarde caía tibia sobre aquel valle entristecido.

Muchos locales comerciales, casi todos, estaban cerrados. Algunas panaderías y tiendas de abastos abrieron sus puertas, animados por la llegada parcial de la luz. Otras lo hicieron, aún sin el servicio, esperando su regreso en el transcurso del día.

La crisis eléctrica produce un impacto delicado en los puntos electrónicos de venta, el medio de pago por excelencia en un país que vive bajo una situación de continua hiperinflación. Miguel Vieira, venezolano hijo de portugueses, abrió las puertas de su negocio en la tarde, a sabiendas de que aquel sería un tiempo perdido.

Podría vender mercancía solo a las escasas personas que portaran efectivo. Anotaría los pedidos de algunos vecinos que se comprometen personalmente a pagar la compra con una transferencia bancaria al regresar a sus casas.

El bulevar de Sabana Grande, la arteria peatonal más importante de la capital, estaba vacío. Todos los restaurantes de su entorno, los que han sobrevivido al deslave de Nicolás Maduro, tenían sus puertas cerradas.

Las avenidas Libertador, Casanova y Solano López; las urbanizaciones Bello Monte, La Candelaria, Los Chaguaramos, ofrecían un aspecto desolado.

Los semáforos tenían un funcionamiento intermitente. Se formaron largas colas para adquirir productos básicos. Niños y adolescentes empobrecidos mataban el tedio trepando a los árboles, en procura de aguacates y mangos silvestres.

*ASTRONOMÍA.*

ESTADOS UNIDOS REGRESARÁ A LA LUNA ANTES DE CINCO AÑOS…CON UNA PAREJA DE ASTRONAUTAS.

El vicepresidente de EE UU, Mike Pence, ratificó ayer el compromiso de la Administración del presidente, Donald Trump, de retornar a la Luna en los próximos cinco años, y vaticinó que la primera mujer y el próximo hombre que vuelvan a pisar el satélite de la Tierra serán estadounidenses.

«Como el presidente Donald Trump ha dejado claro: la política de esta Administración es que Estados Unidos vuelva a enviar astronautas estadounidenses a la Luna dentro de los próximos cinco años», dijo Pence en un discurso en la reunión nacional del Consejo del Espacio.

Y vaticinó: «La primera mujer y el próximo hombre en la Luna, ambos serán astronautas estadounidenses, lanzados por cohetes estadounidenses, desde suelo estadounidense».

Al intervenir en la reunión nacional del Consejo del Espacio, que se celebró en el Centro Espacial y de Cohetes ubicado en la localidad de Huntsville (Alabama), Pence consideró el regreso de los astronautas estadounidense a la Luna como el «próximo salto gigante» del país.

De igual forma, resaltó que Estados Unidos prevé «desarrollar tecnología para ir a Marte y mundos más allá».

El vicepresidente destacó la presencia en el encuentro del astronauta Edwin Buzz Aldrin, el piloto del módulo lunar del Apolo 11, la primera misión que puso a un hombre en la Luna y que este 2019 celebra su 50 aniversario.

Durante esa misión, que partió de la Tierra el 16 de julio de 1969 y aterrizó cuatro días después en la Luna, Aldrin y Neil Armstrong, ambos astronautas estadounidense, lograron caminar sobre la superficie lunar. También hizo parte de esa tripulación Michael Collins, quien fue piloto del módulo de mando.

En respuesta al vicepresidente, el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, escribió en Twitter: «Desafío aceptado».

«Iremos a la Luna con nuevas tecnologías y sistemas innovadores para explorar más ubicaciones en la superficie de lo que nunca se creyó posible», señaló Bridenstine en una declaración incluida en la web de la NASA, en la que indicó que Trump ha ordenado volver al satélite antes de 2024.

En esa declaración, llamada Explore Moon to Mars (Explorar la Luna a Marte), Bridenstine dijo que esta vez EE UU «se quedará en la Luna». «Y luego usaremos lo que aprendamos en la Luna para dar el siguiente gran salto: enviar astronautas a Marte», añadió.

En 2011, la NASA puso fin a los vuelos de sus transbordadores espaciales y, desde entonces, depende de Rusia para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI).

Trump pidió en abril de 2017, tres meses después de asumir el cargo, que la NASA acelerara «un poco» sus planes de exploración espacial, cuya meta es enviar humanos a Marte en la década de 2030, para que un estadounidense pise el planeta rojo durante su primer mandato o, «en el peor de los casos», en un eventual segundo

*PATRULLA FRONTERIZA.*

LOS MIGRANTES ROMPEN RECORDS EN LA FRONTERA NORTE.

Las autoridades de la frontera entre Estados Unidos y México han alertado este miércoles del colapso de sus instalaciones. “El sistema ha llegado a su punto de quiebre esta semana”, advirtió en una rueda de prensa Kevin McAleenan, comisario de la guardia fronteriza.

Desde El Paso, convertida en la segunda ciudad más transitada entre ambos países por la ola de migrantes centroamericanos, hizo un llamamiento a los legisladores a entregar más recursos para manejar la “crisis humanitaria y de seguridad” con la que están lidiando.

Los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés) detuvieron a más de 12.000 migrantes a lo largo de la frontera en los dos últimos días. «Un número alto es 4.000. Hablamos de crisis cuando son 6.000. El nivel actual no tiene precedentes”, explicó McAleenan.

La CBP adelantó que, al ritmo que van, marzo acabará con 100.000 detenciones: “Será el mes más alto en más de una década», dijo el funcionario.

El perfil de los migrantes detenidos, según explicaron, son en su mayoría (65%) familias con niños que simplemente se entregan a los agentes, mientras que el resto son adultos solos que intentan evadir ser detenidos, “incluidos aquellos con antecedentes penales”.

El número de familias sin papeles que llegan a la frontera ha roto varios récords en los últimos meses, pero el número de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera con México se encuentra lejos de su máximo de hace dos décadas.

El reclamo de la CBP llega solo unas semanas después de que el presidente Donald Trump declarara una emergencia nacional en la frontera acusando una crisis de drogas e inmigración ilegal.

La jugada desesperada del republicano -que el Congreso intentó revertir sin éxito- le permite usar sus poderes especiales para dotarse de los fondos públicos que necesita construir el muro con México.

El comisario McAleenan, alimentando el discurso trumpista, culpó de “la crisis” a los contrabandistas y a las leyes de los estadounidenses que, a su juicio, fomentan la migración ilegal, ya que “prácticamente garantizan que sean liberados en EE UU”.

Los agentes fronterizos sostienen que El Paso atraviesa la situación de hacinamiento más peligrosa, con centros de detención ocupados en un 300% o 400% por sobre su capacidad.

El comisario de la guardia fronteriza expresó su temor de que esta situación traiga consigo una tragedia en algún centro de detención.

«Estamos haciendo todo lo posible para simplemente evitar una tragedia (…), pero con estos números y con los diferentes tipos de enfermedades que estamos viendo en la frontera, me temo que es solo una cuestión de tiempo», advirtió el agente. El pasado diciembre dos menores guatemaltecos murieron bajo custodia del Gobierno de EE UU.

Si en febrero ya se rompieron los parámetros con más de 76.000 extranjeros que cruzaron de forma irregular la frontera -el dato mensual más elevado en 12 años-, los agentes auguran un marzo aún peor.

El cambio en el perfil de quienes llegan a contribuido al “colapso”. Anteriormente los sin papeles que cruzaban la frontera eran mexicanos que venían solos y podían ser deportados fácilmente a su país.

El hecho de que ahora predominen las familias centroamericanas en busca de asilo y, por ley, deban atenderlas en los tribunales, es lo que atasca al sistema que no está preparado para atender tanta demanda.

El proceso legal de los solicitantes puede tardar meses o incluso años. La oficina de aduanas remarcó este miércoles que solo entre el 10 y el 15% de los casos son solicitudes de asilo legítimas.

La Administración de Trump aprobó el año pasado varias reformas para que reducir el número de migrantes que pueden pasar el primer filtro en las solicitudes de asilo y así evitar abrir un proceso legal.

Por ejemplo, desde junio de 2018, la condición de víctimas de violencia doméstica o la amenaza de pandillas en el país de origen del solicitante ya no bastan como único motivo para pedir protección. Pero eso no ha impedido que los migrantes continúen llegando a la frontera huyendo de la violencia.

*TELEVISIÓN.*

STAR TREK, SEGUNDA TEMPORADA: LAS SERIES ESPACIALES EN BÚSQUEDA DE LA ESPERANZA.

Son buenos tiempos para las distopías. El éxito de El cuento de la criada o Black Mirror como dos de las series más populares lo demuestran. Son los tiempos que corren, y la televisión refleja nuestro estado de ánimo.

Ambas se revuelcan en el sufrimiento de sus personajes, y también del espectador, que convierten sus momentos icónicos en espejo de la realidad política y social.

Sus futuros existen, sin embargo, también para consolarnos: demuestran que todo puede ser peor. Pero todavía existe un futuro de esperanza. El inesperado renacimiento de la epopeya espacial es un síntoma de que no todo está perdido.

Naves, aliens y política sideral. La space opera puede no ser siempre esperanzadora (¿cómo de divertido sería eso?), pero es por definición optimista.

Por malas que sean las condiciones, todas narran un futuro en el que no hemos sido calcinados por una bomba nuclear o esclavizados por el hombre y su tecnología, sino uno en el que la humanidad ha superado sus límites gravitacionales y viaja allá donde nadie había llegado antes.

La batuta de esta feliz coincidencia la vuelve a manejar la franquicia Star Trek. Unos 53 años después de su estreno, la saga ha renacido en los tiempos del streaming gracias a Discovery, pero su marca no fue la primera en liderar esta moderna hornada.

El mérito de ese logro es para Battlestar Galactica, que recicló otra marca vetusta para mejorarla. Fue el veterano guionista de Star Trek, Ronald D. Moore, quien, tras el ataque a las Torres Gemelas, se olvidó de la nostalgia por la serie de aventuras setentera (incluso si enfurecía a sus seguidores) para aplicar al género la fórmula de complejidad y ambigüedad moral que HBO había aplicado a dramas familiares, mafiosos y western.

La nueva Galáctica era una visión crepuscular y madura de una odisea intergaláctica, desaparecida entonces, inspirada en el mundo tras aquel 11S. Una civilización a la deriva busca un nuevo hogar mientras cuestiona las grandes cuestiones de nuestra historia, desde la organización política, religión y el terrorismo hasta la filosofía básica, preguntando lo que nos hace seres humanos.

Nada era maniqueo, ni en el bando de los protagonistas ni en el de los supuestos villanos robóticos, los Cylon. Moore lo dejaba claro desde su presentación a la cadena Syfy: «Queremos sacar la ópera de la space opera. Es ciencia ficción naturalista. No buscamos a los fans de Star Trek, sino revolucionar el género».

Galáctica logró su propósito, incluso si su final dejó un regusto amargo entre los espectadores, pero pocas se atrevieron a seguir su estela. Su heredera más fiel es The Expanse, serie política basada en una colección de libros de James S. A. Corey cuya cuarta temporada prepara Amazon, tras ser cancelada por Syfy.

Sus tramas no son fáciles de digerir ni entran a la primera. Su ambicioso relato comienza con una ambientación de drama noir cual Blade Runner y Dark City y un clásico asesinato, pero poco a poco construye una gigantesca conspiración en la sombra que amenaza con desencadenar un conflicto diplomático entre la humanidad, representada por Naciones Unidas y que ha colonizado el Sistema Solar, y Marte.

No recita aburridas explicaciones sobre su universo, sino que es el espectador, al que trata como adulto, quien descubre atento cómo funciona una red inmensa de personajes y tramas cruzadas que crece cada año. Cada vez hay más en juego. «Queremos que seas un turista en un país extranjero, pero que pronto empieces a entender observando y sacando conclusiones», explicaba el creador Mark Fergus.

The Expanse es una serie sobre relaciones internacionales y tramas palaciegas, si bien resulta estar situada en un futuro no demasiado lejano, lo que da otra capa de complicada moralidad a su ingente relato.

Su trama río, y sus personajes en la brecha moral, son herederos de Babylon 5 o Star Trek: espacio profundo nueve (en la primera serie de la franquicia sin un viaje Moore ya mostraba interés por los conflictos morales entre estrellas).

Sus combates galácticos y encuentros alienígenas, aun así, tampoco tienen nada que envidiar a los de cualquier otra serie de su magnitud.

Ese mensaje es en realidad en lo que siempre se inspiró Star Trek, nacida en 1966 para narrar alegorías de los conflictos de la época, como la Guerra Fría, Vietnam o la lucha de los derechos civiles. Conocimiento, descubrimiento y diplomacia. 400 años en el futuro los problemas seguían siendo los mismos.

Star Trek: Discovery utiliza esos conceptos, pero es deudora también de la acción de fantasías más modernas, gracias a sus mejorados efectos especiales. Entre nuevas razas y dramas familiares, la serie emitida en Netflix en España ha comenzado a incluir tramas clásicas en sus dramas de personajes, con la incorporación de un joven Spock o una continuación del primer episodio descartado por NBC en 1965.

«Star Trek es más necesaria que nunca», decía Bryan Fuller, que relanzó el proyecto para ser despedido al primer episodio. Parecía ir encaminado, porque la plataforma CBS All Access tiene en producción más series sobre la franquicia lanzada por Gene Roddenberry que las que se han producido nunca.

Algunas nostálgicas, y otras mirando al futuro. «Quiero emitir algo de Star Trek a todas horas», dijeron desde el canal. Dicho y hecho.

Entre los proyectos: una serie en la que Patrick Stewart regresa para interpretar a un anciano Picard, comandante de la Enterprise en La nueva generación; una comedia animada sobre los trabajadores de baja alcurnia de la Flota Estelar; un drama sobre la sección 31, departamento dedicado a lo que nadie más se atreve a hacer, protagonizado por Michelle Yeoh, y un drama juvenil  sobre lla Academia estelar.

Disney+ contraatacará con series de Star Wars, y AppleTV+ producirá la nueva serie de Moore, sobre un mundo en el que el programa espacial nunca cesó, así como la adaptación de la legendaria Fundación de Isaac Asimov.

Pero la inspiración de la saga no se limita al universo trekkie. Seth MacFarlane, responsable de Padre de familia y Ted, creció viendo con su padre al comandante Picard, y siempre que pudo lo homenajea en sus creaciones.

Pero su última idea narra directamente cómo haría él una serie de Star Trek, sin pagar un dólar por los derechos. Al contrario que las space operas contemporáneas, The Orville no trata de adaptar aquellos conceptos a los nuevos tiempos de espectacularidad y dilemas morales.

Su estilo nostálgico rezuma en sus naves, trajes y en episodios autocontenidos que regresan a las metáforas directas a la humanidad del siglo XXI.

La tripulación vuelve a ser el alma familiar y complicidad de la serie, un grupo de personajes que por encima de todo añoran hacer el bien, mezclados ahora con los códigos de sitcom que controla MacFarlane, cada vez más alejado de la escatología por la que es famoso. Algunos episodios capturan su mensaje ochentero como nada más lo ha hecho.

The Orville, en Fox, se apunta a esa otra ciencia ficción desenfadada que practican las canadienses Killjoys (más cercana al western) y Dark Matter, Legends of Tomorrow (que lo mezcla con viajes temporales y superhéroes) y la institución británica Doctor Who.

Fantasías que demuestra que las series siguen siendo también el entretenimiento de compañía. Uno que confía en que la humanidad no puede darse por vencida, que todavía tiene mucho por dar y tiempo para disfrutar. No todo puede ser sufrimiento. Todavía quedan utopías.

*DEPORTES.*

SARAPEROS.
Se hace el esfuerzo…se analiza la posibilidad, y la viabilidad de varios nombres…la idea…que durante este fin de semana, y de mes, la nave verde pueda contratar un pitcher mexicano de primerísimo nivel, muy del gusto del Mánager Roberto Vizcarra,  para fortalecer con un as su rotación de abridores.  Que se haga !!!.

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