Recomendación: antes de colocar cualquier producto, procura mantener el cutis limpio. La piel grasa atrae bacterias y suciedad, por lo que es propenso a tener acné y puntos negros. Lava tu cara dos veces al día con agua tibia y, antes de finalizar, enjuaga con agua fría para cerrar los poros.
Aloe Vera:
Aplica gel de aloe vera en el rostro para absorber el exceso de aceite y limpiar los poros. Hazlo dos o tres veces al día, sobre todo luego de lavar el rostro. Después deja secar. Para un efecto más refrescante coloca el gel en el refrigerador.
Yema de huevo:
Una mascarilla de yema de huevo ayuda a secar la piel y reducir los aceites. También puedes aplicar la yema de huevo con un hisopo en las zonas grasas específicas. Deja que la yema actúe por 15 minutos y luego enjuaga.