Las autoridades localizan con vida a Marco Antonio Sánchez, el menor desaparecido tras su detención por la policía

29 enero 2018
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 El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ha anunciado a última hora del domingo que las autoridades del colindante Estado de México han encontrado a Marco Antonio Sánchez. El estudiante, de 17 años, desapareció el pasado martes tras ser detenido por la policía de la capital mexicana. El joven está desorientado y visiblemente golpeado, informan sus familiares. Lo han encontrado a las afueras del fraccionamiento Los Álamos en el municipio de Melchor Ocampo.

 Después de días de confusión y zozobra, de carecer de pistas sobre el paradero del muchacho, el caso dio un giro inesperado durante la tarde del domingo. Los padres reconocieron al menor en un vídeo que les mostraron las autoridades. Se trataba de una grabación de la noche del sábado, en la que se veía al joven con la cara golpeada, sin abrigo y sin su mochila en un juzgado de Tlalnepantla, en el Estado de México. Las autoridades lo habían arrestado por segunda vez después de ver sus «movimientos erráticos» por la calle y considerar que su vida corría peligro. Pese a que para entonces la denuncia de su desaparición era ya conocida, y se trata de un menor de edad, fue puesto en libertad.

 Mancera ha comparecido dos veces ante los medios este domingo. Una pasadas las ocho y otra poco después, que invalidaba la anterior: la policía había encontrado a Marco. La vertiginosa sucesión de acontecimientos dejan abiertos de momento la mayoría de interrogantes del caso. ¿Por qué la policía detuvo al joven? ¿En qué circunstancias lo liberaron? Y también, ¿cual será el destino de los agentes?

 El paradero de Marco Antonio Sánchez ha tenido en vilo a la Ciudad de México los últimos días. El estudiante se encontraba, alrededor de las 16.30 del martes, con un amigo en la colonia del Rosario. Habían salido, según el relato del amigo, a hacer fotografías. Siempre según esa versión, contada a través de varios familiares, Marco Antonio vio un mural con un grafiti que le gustó y pidió a un joven que pasaba por allí que posara para una foto. Cuatro policías se acercaron y acusaron a Sánchez Flores de querer atracar al joven. «No me está robando, solo me están tomando una foto», dijo el muchacho, según su amigo. Los agentes insistieron en que había cometido un delito y revisaron su mochila. Sánchez se asustó y echó a correr hacia una estación del Metrobús. Los uniformados salieron detrás de él, lo alcanzaron y lo maniataron, sostiene la familia a partir de lo que les contó el amigo. La última imagen que se conocía de él hasta este domingo por la tarde era de ese momento: una fotografía del joven, esposado y sometido por dos agentes.

 Según el amigo de Marco, la única versión que se ha conocido durante días, los agentes subieron al joven estudiante al vehículo policial para llevarlo al Ministerio Público 40, donde nunca llegó. El relato oficial se ha filtrado a cuentagotas. Las autoridades no han dado una primera versión de los hechos hasta el mediodía de este domingo, tras los reclamos de la familia y la creciente indignación ante la falta de información sobre el paradero de Sánchez Flores.

 Por la tarde, Mancera ha aclarado que el estudiante sí subió a la patrulla y ha reconocido que «no fue puesto a disposición de las autoridades», por lo que se inició una «investigación de asuntos internos». Dos de los cuatro policías que estuvieron involucrados en el incidente fueron arrestados y enfrentan un proceso interno por la «inobservancia» de los protocolos de la detención.

 Hoy se ha sabido también que las autoridades iniciaron la investigación de lo ocurrido el jueves, dos días después de la detención. No ha sido hasta este domingo cuando se ha tenido alguna certeza de que el estudiante seguía con vida, después de que sus padres lo vieran en el vídeo del juzgado de Tlalnepantla.

 Las dudas aún permean lo sucedido entre el martes pasado, momento de la detención, y anoche. En estos seis días, el caso de Sánchez Flores ha sido tratado como una desaparición, un extravío e incluso un secuestro. Además de los motivos de la detención del muchacho o las circunstancias de su liberación, Mancera tampoco ha explicado por qué no se identificó al joven en el juzgado de Tlalnepantla, aun cuando venía golpeado y era menor de edad.

 La actuación de la policía y la falta de información sobre el paradero de Marco Antonio Sánchez Flores ha desatado una oleada de indignación y ha forzado la reacción oficial, según ha celebrado la familia. Las protestas llevaron a una concentración este domingo en el Ángel de la Independencia, justo en el momento en que las autoridades mostraban la primera prueba de que el estudiante seguía con vida.

Información de: El País

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