El programa de repatriación de utilidades, contenido en la reforma fiscal que aprobó Estados Unidos, será una de las primeras medidas que afectarán a México pues se pueden frenar proyectos de inversión y se solicitará mucha información a compañías mexicanas, indicó PricewaterhouseCoopers.

Adriana Rodríguez, socia de impuestos internacionales de PwC, dijo en #AristeguiEnVivo, que se trata de una reforma histórica, pues “hace más de 30 años que no se veía una reforma estructural de tal magnitud”.

“Uno de los temas que tiene un impacto inmediato en el tema de recaudación es que durante 2018 se deberán repatriar en forma líquida, flujos de efectivo, se tiene que hacer un cálculo de cuántas utilidades tiene”, expuso.

Recordó que hay una cantidad “enorme” de utilidades fuera de EU y una buena parte está en México.

Lo que busca el país es “evitar que sus grandes corporaciones mantengan sus operaciones fuera”, anotó.

En este escenario, consideró “fundamental” una negociación que permita mantener el Tratado de Libre Comercio.

Ante la reforma fiscal de EU, señaló, debe haber una “velocidad de respuesta” en México, pues claramente “va a tener un impacto relevante”.

Otra medida es que “a partir de que la reforma entra en vigor, cualquier compra, inversiones en capitales, van a ser deducibles” y “eso va a potenciar que las inversiones se muevan a EU”.

No obstante, regresar una planta es “un proceso complejo” y “tener una tasa menor no necesariamente le genera un ahorro” a una empresa.

“Definitivamente va a pasar algo, no podría haber total apatía de México“, estimó Rodríguez.

Información de: Aristegui Noticias