Tener muchos hijos retrasa el envejecimiento, aseguran científicos canadienses, luego de analizar muestras de ADN de un grupo de mujeres de Guatemala, a lo largo de trece años.
Mientras desciende el número de familias numerosas en Argentina, y en el mundo crece la tendencia de un solo hijo con notable aumento de la población adulta, un estudio realizado por científicos de la Universidad Simon Fraser, de Canadá, llegó a la conclusión que cuantos más hijos tenga una mujer, más lentamente envejecerá. El trabajo fue publicado recientemente en la revista de ciencia PloS One.
El estudio ha descubierto que los telómeros de las mujeres que tenían más descendencia eran más largos que los de las que tenían menos hijos. Los telómeros son aquellas etapas del final de cada cadena de ADN que protegen nuestros cromosomas de los daños y cada vez que una célula se replica, los telómeros se hacen más cortos. Con el paso del tiempo se vuelven tan cortos que dejan de proteger los cromosomas, haciéndolos vulnerables a los daños, lo que evidencia el proceso de envejecimiento de nuestras células con el paso del tiempo.
A pesar de que investigaciones anteriores han apoyado la teoría de que a mayor aumento del comportamiento reproductivo, más acelerado es el envejecimiento biológico, el presente estudio contradice esta afirmación.
Sin embargo, son pocos los que hoy apuestan a una familia de muchos, aunque el mismísimo Papa Francisco cree que es la llave maestra para sanar la sociedad.
A pesar de que las estadísticas globales no ayudan a impulsar las familias numerosas, la foto social está muy polarizada en el caso argentino. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) las familias con 4 hijos o más son consideradas numerosas, y en algunos países la línea divisoria empieza con tres hijos porque ya rompen con el standard de la familia tipo (dos hijos).
En nuestro país hoy, la mayor cantidad de familias numerosas se encuentran en las dos puntas de las pirámide social: familias de clase baja por debajo de la línea de pobreza y en el techo, el segmento de clase alta.
La mayoría de las provincias del noroeste y noreste argentino (Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, San Juan, Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán) según el censo 2010 demostraron que mantienen tasas de natalidad por sobre el promedio nacional.
Los investigadores de la universidad de Canadá sacaron la conclusión que titula esta nota, tras evaluar el número de hijos de dos comunidades vecinas en las tierras altas del suroeste de Guatemala, con un total de 75 mujeres. El seguimiento del estudio se prolongó durante 13 años. Midiendo, gracias a muestras de saliva, la longitud de los telómeros, al principio y al final del experimento, los científicos descubrieron que cuantos más niños habían tenido las mujeres, más largos eran sus telómeros; en concreto, por cada hijo nacido, los telómeros eran 0,059 unidades más largos.
«Nuestro análisis muestra que el aumento del número de hijos a través de 13 años de observación sugiere que, en nuestra población de estudio, tener más hijos puede ralentizar el ritmo de envejecimiento celular», aclararon los autores.
La explicación a este fenómeno podría explicarse por un aumento en la hormona del estrógeno que surge durante el embarazo: «El estrógeno actúa como un potente antioxidante que protege las células contra el acortamiento de los telómeros», explicó Pablo Nepomnaschy, líder del equipo de científicos.
A contramano
En casi todo el mundo crecen las familias de un solo hijo y en Brasil se disparó el fenómeno de las mujeres sin hijos. Hay una franja creciente de mujeres entre 30 y 45 años que decidieron decirle NO a la maternidad. Toda una decisión basada en que prefieren poner su energía y expectativas de futuro alrededor de su carrera profesional.
Y aquí el nodo del problema: «las sociedades con menos niños y más viejos es un fenómeno irreversible», declaró el especialista en Demografía checo Tomás Sobotka, responsable del Instituto de Demografía de Viena.
Agregó: «No veo ninguna razón que estimule a los hombres y mujeres de hoy a tener muchos hijos».