Voy con mi hacha
Por alguna extraña razón que en una de esas podría rayar casi en la psicosis, Rubén Moreira cree que cuenta con un gran prestigio como político y que gracias a eso, hará ganar a Miguel Riquelme primero la candidatura del PRI y luego la Gubernatura.
1,000 millones de pesos gastados todos los años en medios de comunicación ensalzando su figura, mostrándolo como un gobernador promotor de la seguridad, de las inversiones y de los derechos humanos lo han hecho creer que lo que en esos medios se dice, es verdad. El tipo se la creyó pues, y de verdad se asume como tal.
Por eso no deja despegar a Riquelme al que un día promueve y otro más en su ya acostumbrada forma de hacer política, golpea al fomentar el Plan B en la figura de Armando Luna. Pero dicen los enterados que Rubén ya se amacho y que el plan B y otros perfiles a quienes empiezan a dar un mejor trato como Jericó y nuestra Hilda Flores son solo piezas para darle picones a Riquelme para que se apure.
Pero el problema no es Riquelme, es Rubén
Cree que esa es la mejor forma de que el Alcalde de Torreón acelere el paso.
Pero no puede aceptar que es precisamente su sombra y su desprestigio los que impiden que Riquelme avance. Que posiblemente sin el sello Rubenista, Miguel Riquelme gozaría de una mejor posición en las encuestas en donde por más que se gaste y tire dinero no sube como quisiera. Que queriendo dar el madruguete, Riquelme no logra afianzarse en su propia plaza que es Torreón en donde tiene calificación reprobatoria. Dos veces sale por semana el lagunero a recorrer el estado, mismos días en donde cada día pierde más el control de su propia ciudad. No avanza en Torreón, mucho menos en el resto del estado.
Pero Rubén jamás podrá aceptar que su apoyo a Riquelme equivale al beso del diablo, que sus pasivos crecen todos los días y que eso de obligar a la estructura partidista y del gobierno para que vayan a Torreón y conozcan a Miguel termina siendo contraproducente.
Mejor le fuera si no lo conocieran y mucho mejor aún si no tuviera el sello rubenista.
En suma, que Rubén no da luz, la quita y quema.
Sin decir que sí, pero tampoco que no, Hilda Flores Escalera, senadora ella, dijo a preguntas precisa sobre sus aspiraciones a la gubernatura; “Aspiro a seguir sirviendo a mi tierra”.
Eso no es que si, ni que no, porque mucho y bueno seguirá sirviendo desde la senaduría, de manera determinante, a la gente de los grupos vulnerables…
Yo creo que Hilda si quiere pero que como el resto de los suspirosos, esperará los tiempos….
No será muy tarde para entonces, pregunto. Y otra más, y porque Riquelme anda montado en caballo de hacienda y nadie lo para? No son los tiempos, pues.
Desde su nuevo puesto de secretario del CEN adjunto a la presidencia, Alejandro Gutiérrez, tan saltillense como los sarapes y el pan de pulque dijo también que no se descarta ni se encarta como suspiroso a la gubernatura. Porque no son los tiempos.
Dijo no querer entrar a la dinámica de la especulación diciendo si se descarta o encarta. O lo que es lo mismo, si quiere ser o si no quiere ser,,,,
Explica que en este momento el PRI no está a la búsqueda de candidato a gobernador y que en este momento su única aspiración es ser un eficaz y responsable colaborador con Manlio Fabio Beltrones.
