El enorme aumento del precio de la carne en Estados Unidos ha llevado a más consumidores a adoptar dietas vegetarianas.

Las dietas vegetarianas y veganas han ganado popularidad en los últimos años, a medida que más estadounidenses se alejan de los productos animales por una variedad de razones de salud, éticas y ambientales. Últimamente, sin embargo, las publicaciones en las redes sociales indican que se trata más de finanzas, ya que el impacto de los precios de la carne se convierte en un tema crucial.

En general, el alza de precios en Estados Unidos se reflejó en el costo de la carne de res, el pescado y las aves. La inflación en EU se disparó 8.8% interanual en agosto, según datos del Departamento del Trabajo.

El precio promedio del bistec fue de 9.54 dólares por libra a fines de agosto; aunque ese valor es menor que el récord de 10.23 dólares registrado en noviembre, los precios siguen al alza 25 por ciento desde agosto de 2019, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Tamara Sylvestre, una madre soltera de Chicago, dijo que se volvió vegetariana por los costos elevados. En los últimos meses, la reclutadora de 33 años comenzó a reducir el consumo de pollo, salmón y camarones al ver que los precios subían cada vez que iba al supermercado. Llegó a un punto crítico en julio, eliminando la carne de su dieta a menos que haya un descuento particularmente bueno en la tienda o visite a sus padres para una comida casera.

“Puedo sobrevivir sin carne cuando los precios son tan altos”, dijo, y agregó que todavía compra nuggets de pollo para su hija de 11 años.

Algunos consumidores se declaran “vegetarianos de tiempo parcial” mientras esperan que los precios bajen. Para aquellos que ya sentían curiosidad por la dieta vegana, esto es una razón más para hacer cambios permanentes en sus dietas.

Mary Parrish, una animadora de Atlanta de 28 años, comenzó a cambiar la leche por cremas a base de plantas y cambió los nuggets de pollo por veganos hace unos seis meses. Cuando vio que el paquete de pechugas de pollo que solía comprar aumentó de 13 a 20 dólares, decidió dejar de lado la carne cuando cocina en casa.

Pero muchos sustitutos de la carne son más caros que la carne misma, entonces Parrish hace pizza sin peperoni o come burritos llenos de vegetales.

“Es mejor para el medio ambiente y es más barato”, dijo.