Pese al despilfarro de cientos de millones de pesos que el Gobierno de Lopez Obrador dilapido para su marcha la misma se catalogo como un fracaso, de inicio no lograron congregar a más personas que las que se juntaron en defensa del INE, en segundo por lo notorio del burdo acarreo, entrega de dinero y tortas, en tercero por segregar al pueblo de la clase política pues los encumbrados de Morena gozaron de sillas acomodadas dentro de una barrera que separaba a la clase alta de la gente de a pie, por muchos años el propio Lopez Obrador se dedico a criticar a quienes entonces llamaba políticos fachosos y ahora su actitud es exactamente igual, políticos ricos que no quieren mezclarse con la gente pobre, un evento digamos FIFI con niveles, uno ocupado por el Presidente, otro de su séquito y el tercero por la gente acarreada que en su mayoría es humilde y carente de todos los privilegios que hoy adornan a los Lores de la 4T. 

Cientos de millones de pesos tirados a la basura por dar gusto a los caprichos de un sujeto que imita el actuar de los viejos Presidentes del PRI que gozaban de apretar ser vanagloriados mediante grupos de gente movida por la necesidad y el hambre, dinero que bien se pudo haber destinado a la compra de medicamentos, equipo medico u obras de infraestructura. 

Es evidente que sin tirar dinero, condicionar programas sociales o el acarreo Lopez Obrador no lograría juntar ya ni cinco mil gentes, una realidad que hoy ya no se puede ocultar.