Este Viernes Santo se llevó a cabo la celebración del viacrucis viviente, en el Barrio del Ojo de Agua en su edición número 50, la cual dio inicio cerca de las 5 de la tarde, con una emotiva ceremonia en la que se recordó a los a actores que iniciaron con esta representación, en la Semana Santa del año de 1974.

Fue el Sacerdote, Ángel Blanco, quien era originario del Barrio del Ojo de Agua, quien dio inicio con esta tradición, para que el pueblo de Parras, pudiera tener una representación del Viacrucis, al igual que en otras ciudades del país.

Luego de la ceremonia de presentación, dio inicio el viacrucis con la representación del juicio en contra del Maestro Jesucristo, ante Poncio Pilatos, quien al no ver culpa en Él, lo envió al Rey Herodes, para que lo juzgara.

Al ser Jesucristo conforntado por el Rey Herodes, y al ver el Rey que no era de su agrado y que no respondía a las pregutas, lo humilló y mandó azotar para que enseguida, los soldados romanos, lo llevaran de regreso ante Poncio Pilatos, para que se hiciera cargo de él.

Pilatos de nueva cuenta tiene en frente al Salvador del Mundo, y nuevamente lo cuestiona y al no encontrar culpa en Él, se ofrece a dejarlo en libertad, sin embargo los Sumo Sacerdotes judíos, le piden a Pilatos que les entregue al delincuente Barrabás, toda vez que en la fiesta judía, un hombre era liberado, mientra que otro, sería crucificado.

De esta manera, el Gobernador Romano, entrega al Maestro Jesucristo, a manos de los soldados romanos para que hagan con él lo que pide el pueblo judío, y eso es, colocarle una corona de espinas, con una capa púrpura y llevarlo con la cruz a cuestas hasta el lugar escogido por los organizadores, para ser la sede del Monte Calvario.

En su recorrido, se escenificaron las 14 estaciones, al igual que las tres caídas del Mesías, y su encuentro con María, su madre, y con la Verónica, quien se encargó de limpiar su rostro del sudor y de la sangre, con un paño, en el que quedó plasmado el rostro del mártir.

Finalmente, en un cerro que se encuentra cerca de la iglesia de Guadalupe del Barrio del Ojo de Agua, se hizo la presentación de la Crucifixión, con todos los elementos incluidos, sin faltar las siete palabras dichas por Jesucristo, mientras espera el momento de su muerte.

En un escenario alterno, Judas Iscariote, se colgaba de la rama de un árbol, por el remordimiento que sentía de haber vendido la vida de su Maestro, para que, al quitarse la vida, su sufrimiento llegara a su final.

De esta manera, se celebra el aniversario número 49, y las 50 representaciones del Viacrucis Viviente, con el que Parras les da la bienvenida a los visitantes, y también, invita a los habitantes de la ciudad a unirse en torno a la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, en acto de fe y de solemnidad, para arrepentirnos de nuestros pecados por medio de la oración y meditación.

Por: Carlos Robledo.