Justo el primer día laborable del año y recién culmínadas las fiestas de Diciembre con todos los gastos que ello implica es que las casas de empeño en Saltillo lucieron abarrotadas de personas con necesidad de dejar alguna prenda para lograr obtener efectivo.
Resulta irónica la costumbre arraigada en el Mexicanos, el gastar de mas aun sabiendo que después de la fiesta o de la borrachera no se contara en la bolsa con el dinero mínimo indispensable para afrontar el gasto diario, ya mañana Dios dirá, como si fuera cosa de la divinidad responsabilizarse de un mal manejo económico.
En Saltillo existen decenas de casas de empeño, el interés que cobran por un prestamos es carísimo, en algunos casos supera el 12% mensual generando que una deuda resulte prácticamente impagable, la falta de regulación permite en algunos negocios que se cobre tipo estacionamiento, algo semejante a hora o fracción, por lo que de manera abusiva al correr el primer día del préstamo ya cobran todo el mes de intereses.
Recordemos que los créditos bancarios se encuentran muy restringidos, prácticamente solo le prestan a quien tiene buena cantidad de dinero, las casas de empeño resultan la única solución para millones de Mexicanos y ello provoca que abusen en las condiciones de los prestamos.
En tanto la vida real enfrenta cientos de situaciones de orden cotidiano que requieren la intervención de autoridades o de los Diputados en los congresos se la pasan proponiendo iniciativas absurdas que nada resuelven de los verdaderos problemas que el ciudadano sortea a diario.