Este es un caso de la vida real, a
Silvia Pinal le hubiera encantado
Pareja de su difunto hijo la saca
de su casa y se queda con tarjetas
De Bienestar y pensión de la “38”
La santa mujer vive en un asilo
VOY CON MI HACHA
Una profesora jubilada de la Sección 38 del SNTE y que con además de su jubilación cobraba una pensión del Banco del Bienestar, vive una pesadilla, al perder no solo a su único familiar de toda su vida, su hijo y su casa, patrimonio herencia de su esposo muerto ya hace muchos años, pero que con recursos propios, fue mejorando .
Esta persona vivía con su hijo ya mayor de edad que tenía, a decir de quienes lo conocieron, una especie de problema emocional…
Jamás se casó ni se le conoció pareja alguna. En todos los sentidos, era el apoyo de su madre que prácticamente era el encargado de moverla dentro y fuera de su casa.
Generalmente, el hijo se encargaba de manejar las cuentas, surtir la despensa, pagar los servicios, llevarla al médico y de cualquier asunto que requiriera la señora que jamás tuvo problema alguna con esa dependencia, de lo que tampoco se quejó su hijo.
Así, los años se fueron sucediendo unos a otros hasta este año, cuando no sabe en que momento su hijo entró en relación con una mujer de la que, por lo menos, ella, sabe poco.
Pasaron los meses y la relación, fue creciendo. El muchacho estaba entusiasmado con la mujer; que eventualmente llegó a comer con la suegra, pero siempre cuidando no intimar más allá de lo estrictamente necesario.
Un carrito modesto que era parte del patrimonio familiar, fue el primer regalo que el heredero de la profesora le regaló a su novia. La explicación fue: ella lo necesita más que yo.
La situación cambio cuando el hijo empezó a quejarse de úlceras estomacales que a la postre le costaron la vida. Para cuando se da la enfermedad de su pareja, la muchacha se encargaba del manejo de las cuentas bancarias. Se suspendieron las visitas al médico y surgieron problemas de salud que empeoraron cuando la dama no volvió a la casa.
Jamás se encontraron las tarjetas ni el título de la casa ni del auto, Se supone que ambas, las tiene en su poder y no tiene el menor deseo de regresarlas a su dueña que se quedó sin hijo, sin casa y sin carro que viejito que fuera, todavía funcionaba.
Total que sacan a la dama de su casa y las vecinas la albergan en el asilo donde vive de la caridad pública porque no tiene un quinto.
Seguro que la Sección 38 y el Banco del Bienestar se verían muy bien si investigan los hechos, cancelan las tarjetas y se le asignan otras nuevas.
A estas alturas del tema ya se habrán enterado de que la relación madre-hijo siempre fue buena y así hubiera seguido de no haber sido, primero, si el hombre y su buena fe no hubiera entrado en relación con esa mujer desconocida en compañía de la que, perdió su vida en situación desconocida y de paso hundió a su madre en la miseria..