El alcalde de Frontera
Volvió a las andadas
Factura 18 mdp por obras y
Servicios que nadie sabe donde
Están, a Fernando de la Fuente
Que financió toda su campaña
Desvió recursos del erario
A candidato de Morena a
Alcaldía de Durango
Ahora van tras los
Recursos de SIMAS
VOY CON MI HACHA
El morenista alcalde de Ciudad Frontera, Roberto Piña Amaya volvió a hacer de las suyas; ni siquiera se ha secado la tinta de los medios impresos, mucho menos los comentarios y voces de los electrónicos y que decir de las varias decenas de comentarios de la internet en relación a cuantioso frauda por compra de equipo en un subasta nacional y ya se metió en otro acto de cuantiosa corrupción al erario del municipio que gobierna.
Sucede que en unos cuantos meses, su administración ha pagado casi 18 millones de pesos a la empresa constructora de los hijos del ex alcalde de Monclova, entonces priista y ahora apasionado militante de Morena, Fernando de la Fuente, ingeniero él, en obras y renta de equipo que nadie encuentra a lo largo y ancho de Frontera.
Las obras no existen ni en el medio urbano y mucho menos rural, entonces la gente se pregunta que para que necesitaba el equipo supuestamente rentado.
Los fronterenses solo tienen una explicación: que Roberto Piña Amaya, ex chofer de Fernando de la Fuente y posteriormente de Javier Guerrero, le está pagando la campaña que lo convirtió en alcalde, luego del favor de Javier, de convertirlo en candidato.
No es un secreto que el ahora alcalde no tenía un quinto para hacer su campaña y que quien lo apadrinó con recursos suficientes para llevarla a cabo, fue precisamente el ingeniero Fernando de la Fuente, quien, dice la voz popular, le está pagando los gastos de la campaña, con recursos municipales que egresan previa factura de la empresa constructora por obras inexistentes y renta de equipo que nadie vio ni supo que servicios supuestamente prestaron al municipio.
Pero la ambición de ambos, parece no tener fin.
Ahora van por los dineros del sistema de agua potable de Monclova y Frontera, aprovechando que por estatutos, la presidencia del sistema, es durante un año, para cada uno de los dos presidentes de cada municipio.
Este año, es precisamente Roberto Piña Amaya que desde el primer momento dejó ver sus intenciones: los recursos del organismo administrador del servicio de agua.
Lo primero que hizo fue prescindir de los elementos que rechazaron el sistema de manejar la dependencia.
Y el principal de ellos fue el licenciado César Chávez, titular de la Canaco local, a quien no solo despidió sino que además le prohibió el acceso al SIMAS, siglas del sistema intermunicipal de agua y saneamiento.
Desde luego lo sustituyó con un incondicional de ambos: el licenciado Guillermo Williamson Iribarren.
Al margen de lo que suceda en auditoría municipal primero y estatal después, cuando detecten el egreso y revisen la ausencia de obras por las que se pagaron poquísimo menos de 18 millones de pesos, y en el congreso del estado, donde el poder legislativo, por estos días el alcalde de Frontera tendrá que actuar en consecuencia cuando se revise el amparo del licenciado César Chávez que denunció que no es función del alcalde, su decisión de despedirlo.