Buen esfuerzo: programa

De patrulleros escolares

 

Se espera que lo apoyen las

Madres y padres de familia

Se ignoran resultados de la

Presentación de los 3 citados

Por lo de Mina El Pinabete

Ricardo Monreal sabe porque

lo dice: seré el candidato

de la Reconciliación nacional

 

VOY CON MI HACHA

 

 

El que bien pudiera considerarse como un buen intento anunciado en los últimos por mejorar el diario irigote que se forma en todas las escuelas, desde la de los barrios más económicamente encumbrados, hasta la del plantel más allá de modesto, ubicado en un barrio económicamente deprimido, entra en vigor este día en 12 escuelas.

Se trata de impulsar la seguridad vial en las escuelas dijo el alcalde Chema Fraustro al dar a conocer que a partir de  este lunes, inicialmente en 12 planteles.

 De esta manera aterriza, toca tierra pues, el convenio suscrito entre la Secretaría de Educación en Coahuila con el Gobierno Municipal de Saltillo, a través de la Comisaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se trabajará con el apoyo de las madres y padres de familia.

Por supuesto que para que todo resulte conforme a lo planeado, se deberá contar con el apoyo de los padres y madres de familia que en términos generales se estacionan frente a las escuelas, los primeros que llegan, para recoger a sus críos.

El problema está en que cada uno deja su vehículo y baja para ir por la criatura y a la hora en que ya con el niño se sube a su auto y pretende salir rápido, no siempre le es posible por mamás y papás que se estacionan en doble fila con el mismo fin: recoger a su hijo.

Y es que todos que esperan, tienen prisa y todos suponen que sus hijos se van a apurar para llegar a la puerta, pero no es así. No pocos chicos  salen de las aulas jugando o simplemente distraídos como si patearan un bote y afuera, en la puerta se arma el asunto. En la calle todo va para peor, porque no en todas hay un elemento de tránsito, guiando la vialidad.

Es una perdedera de tiempo que francamente da pena.

Todo eso se espera que se acabe con la presencia de los patrulleros escolares al  los que de entrada habrá que prohibirles el uso de celulares, porque los pocos agentes que se ven ahora, con una mano detienen o avanzan con una mano el tráfico y con la otra sostienen un celular.

Total que dijo Chema Fraustro que: “En este programa como en todos los que se realizan en la administración, buscamos trabajar de manera coordinada con la ciudadanía para tener mejores resultados, en este caso las autoridades con los padres y madres para impulsar la seguridad vial en las escuelas”

Hasta las abuelas y bisabuelas que apoyamos (yo algunas veces) en eso de ir por los chicos a las escuelas, hemos afrontado todo lo descrito, acquisito. Es mi experiencia personal y segura estoy de que hay que ponernos el chip y apoyar esta acción porque los de afuera de la escuelas, somos los que armamos el rollo.

Bienvenidos sean pues, los patrulleros escolares.

Un viejo conocido de los coahuilenses, el senador zacatecano Ricardo Monreal es ahora el centro de las malas vibras del presidente López Obrador que de plano, con sus recientes declaraciones sobre el asunto de pasar la guardia nacional a la milicia (a los milicos dirían los argentinos) lo trae como canica en bacín.

Bueno para la contienda, él se limitó a decir que a los que a los perfiles que ha nombrado el presidente «les vamos a vencer en su momento, los vamos a derrotar por la buena y con la buena manera de hacer política, porque vamos a hacer política de la buena, voy a ser el presidente de la reconciliación; de la reconciliación nacional».

Y vamos que es lo que eso necesita el país. Un presidente de la reconciliación nacional.

Queda el espacio justo para mencionar que yo por lo menos nada he sabido de las tres ordenes de presentación que giró la PGR en contra de Cristian Solís Saavedra y Arnulfo Garza, coahuilenses ambos, y del tamaulipeco Rafael García Luna, a quienes se les acusa de ser los implicados en el caso de la explotación de la mina El Pinabete.

Por aquí, por allá y acullá, se dice que los van a pasar por la báscula por un pago de unos 80 millones de pesos, cada uno por sacar provecho de un bien nacional.