
Pocos días de tranquilidad se vivieron en la ciudad, el regreso de muchos burócratas y diversos empleados de las industrias retornaron el fastidioso congestionamiento vial a la ciudad.
Se espera que con el retorno a clases las cosas se pongan peor, la mala planeación a capricho de Saltillo ya cobra factura.
Un trayecto simple por el bulevar Venustiano Carranza comenzando a la altura de Pedro Figueroa con culminación en el teatro de la ciudad puede llevar en horas pico mas de 40 min, ello ademas de ser engorroso también abona a la contaminación y daño económico en los bolsillos de automovilistas quienes sufren por altos consumos de combustible.
Por desgracia los trazos de la ciudad no permiten en si mismos una solución rápida y conforme pasan los años el tráfico se pone peor.
Sin duda sola una magna obra puede solucionar el problema, hablamos de cientos de millones de pesos en pasos elevados, circuitos viales y puentes, trabajos que durarían años pero que ademas tendrán que afectar a centenares de propiedades que se verían reducidas.