PASO A PASO

1. Pelamos y picamos la cebolla. Añadimos a una sartén y doramos a fuego medio junto con un chorrito de Aceite de Oliva.
2. Cuando la cebolla esté adquiriendo un tono transparente, añadimos el edulcorante que vayamos a usar (yo añado 1 cdita pequeña de sirope de ágave) y tostamos durante 5 minutos más. Si usas edulcorante en grano, usa 1 o 2 cditas. pequeñas.
3. Salteamos y cuando esté pochada y tierna, apagamos y reservamos.
4. Mientras, mezclamos en un bol la harina de Espelta, el jengibre en polvo, la canela, una pizca de sal, el romero y una cucharada sopera de aceite de oliva.
5. Añadimos los 50 ml de agua caliente y amasar.
6. Retiramos la masa a una superficie limpia enharinada y amasamos con las manos hasta conseguir una textura homogénea y suave.
7. Estiramos la masa, la cortamos en porciones circulares y adaptamos los recortes de masa a los moldes de tartaleta. Si no usas moldes, simplemente tienes que cortar en círculos y levantar los bordes (doblando hacia adentro o dando volumen a los laterales).
8. Rellenamos con la cebolla caramelizada, unos taquitos de queso vegano e introducir en el horno a 180 grados, unos 35 minutos o hasta que dore.
9. Retiramos del horno y decoramos con la nueces.
10. ¡Servimos y a disfrutar!