Barnizamos las berenjenas con un poco de aceite y las asamos 30 minutos en el horno a 190ºC. Damos la vuelta y las asamos otros 30 minutos. Estarán algo chamuscadas y muy arrugadas. Dejamos que se enfríen lo justo para no quemarnos y las pelamos tirando de la piel que se desprende sin dificultad.
Picamos con un cuchillo la pulpa resultante, añadimos la sal y ponemos el puré de berenjena en un bol, donde lo aliñamos con cinco cucharadas de aceite de oliva virgen y el zumo de un limón. Mezclamos bien.
Picamos el tomate, el ajo, el pimiento y la hierbabuena y los añadimos en crudo al bol de la berenjena asada. Es importante que todo esté muy picadopara que ningún ingrediente destaque especialmente sobre los demás. Removemos con cuidado, probamos y rectificamos de sal
Yo diría que la sección de picoteo y entrantes siempre es la más sencilla cuando se trata de buscar opciones veganas. ¿Hay algo más fácil y rico que sacar unas patatas cherry con su dúo de mojos canarios? Las ensaladas y cremas untables son muy socorridas y siempre gustan a todos, como el baba ganush o mutabal en su versión jordana, porque el hummus ya está muy visto. Animáos a sorprender también con patés veganos, como el vegetal con lentejas rojas y berenjena o el de champiñones y nueces.
Mucha gente se olvida de las legumbres cuando toca pensar en menús de fiesta, y es un gran error. Puede que os miren raro al sacar los adicticos garbanzos crujientes especiados, pero no tardarán en desaparecer. Lo mismo ocurrirá con la coliflor con cúrcuma, un aperitivo sorprendente lleno de sabor que reconciliará a muchos con esta verdura. Otras dos recetas muy sabrosas que además se pueden preparar con antelación son los pimientos del piquillo confitados caseros y los champiñones marinados con guindilla.