Las últimas dos temporadas en el Wolverhampton han sido complicadas para Raúl Jiménez, y ahora podría ser una despedida definitiva del futbolista mexicano, después de varios partidos sin ser convocado como titular del equipo inglés.

A raíz de la fractura que sufrió Jiménez en el cráneo y algunos padecimientos como pubalgia, la carrera del delantero ha ido en declive, siendo menos las veces que lo convocan a la cancha. De hecho, el último partido de los Wolves habría sido también el fin del mexicano en aquel equipo.

Raúl Jiménez ¿se despidió de los Wolves?

El último partido de los Wolves fue este sábado ante el Everton, donde ambos equipos empataron a uno en el marcador.

A pesar de que Jiménez estuvo en la banca, no fue convocado en los 90 minutos del partido, situación que, de acuerdo con algunas versiones, lo habrían hecho sentir decepcionado.

Cuando el entrenador Julen Lopetegui hizo el último cambio, Raúl se habría quitado la chamarra de suplente y salió directo al tunel de vestidores, pues sabía que ya no tenía ninguna oportunidad de ser convocado al partido.

Al final del encuentro, el número 9 de los Wolves salió acompañado de su esposa. Ambos caminaron alrededor de la cancha mientras la afición del equipo le cantaba una canción que compusieron en su honor, lo que hizo inevitable que las lágrimas del futbolista mexicano rodaran por sus mejillas.

En redes sociales, Raúl Jiménez compartió algunas historias donde lo etiquetaron y hablaban de que aquel encuentro, donde el delantero mexicano no tuvo actividad, habría sido el último portando la playera de los Wolves.

¿Cómo fue el accidente de Raúl Jiménez que le hizo perder la titularidad de Wolves?

El 29 de noviembre del 2020, en un juego de la Premier League entre el Arsenal y los Wolves en el Emirates Stadium, el mexicano tuvo un choque de cabezas con el brasileño David Luiz en un tiro de esquina. RJ9 cayó inconsciente y fue llevado de inmediato a un hospital.

Le disgnosticaron fractura del cráneo, por lo que fue intervenido de emergencia en Londres. Estuvo nueve meses estuvo alejado de las canchas tras su fractura y cuando regresó, lo hizo con un casco especial, así como con temor y precauciones, tanto suyas como de sus compañeros.

Desde su regreso, el exdelantero del América perdió un poco de confianza y también la titularidad en el Wolverhampton, que poco a poco fue dejándolo sin partidos hasta su presunta despedida este sábado.