La terrible ola de violencia que padece México llega a niveles no imaginables en otros tiempos, los grupos criminales asedian a los comerciantes, agricultores, horticultores y productores del campo en entidades como Michoacan y otras entidades, la impunidad de la gozan pareciere increíble, quienes producen limón, aguacate u otros cultivos viven con miedo y zozobra, el cobro de piso que les hacen encarece los productos y en algunos casos genera altas perdidas a quienes trabajan el campo, anuencia de autoridades o la incapacidad total del gobierno federal.
El problema se recrudece por la presencia de múltiples grupos delictivos, por lo que se sabe los pagos no solo se los exige una organización criminal pues en dichas zonas operan varias, todos exigen pagos y si la gente se resiste les queman las mercancías o como recién sucedió los trailers cargados, la situación es ya insoportable, estar esperando todo un año para el cultivo, pagar los sueldos, los altos intereses, los impuestos y al final de cuentas ver con impotencia que por no pagar una extorsión mas todo se vuelve cenizas, perdidas de las que nadie se hace cargo, ni al menos una condonación de impuestos por parte de hacienda.
En tanto todo esto sucede el Presidente se la pasa organizando desfiles en su honor, gastando del erario publico para fingir un falso apoyo, aprovechándose de la necesidad de la gente y en busca de soportarse gracias a la pobreza, es vergonzoso lo que sucede y la manera tan burda en que los responsables de otorgar seguridad siguen fingiendo que nada sucede.