“No podemos encontrar ni una sola célula cancerosa en tu cuerpo”: Doug Olson no podía creer lo que decían sus médicos. Había luchado 14 años contra la leucemiapero la enfermedad logró burlar los tratamientos estándar y en 2010 su vida peligraba. Olsen recurrió entonces a una terapia experimental, llamada CAR-T, con la que logró curarse. Y pronto México podrá sumar CAR-T al arsenal de la medicina oncológica.
El tratamiento, que llegará al país por un convenio con la empresa ImmunoACT, usa células del sistema inmunológico para modificarlas genéticamente. El objetivo es que puedan reconocer partículas cancerígenas en el organismo y, tras ello, destruir los elementos de su formación. Actúan como cazadoras de células malignas en la sangre y el resto del cuerpo.
El caso de Olsen, contado en la revista Nature por los investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (UPenn), confirmó la esperanza que se había abierto con Bill Ludwig, el primer paciente que logró eliminar el cáncer de su cuerpo. Ludwig, quien sobrevivió a un tipo de leucemiamuy tenaz, penosamente fue una de las víctimas de la pandemia de covid, y murió a los 75 años en 2021.
CAR-T llega a México, la terapia contra la leucemia y el cáncer
México adoptará la terapia CAR-T contra la leucemia y varios tumores cancerígenos. El laboratorio ImmunoACT, originario de la India, transferirá la tecnología necesaria para comenzar con esta alternativa tras un convenio firmado con el Instituto Politécnico Nacional y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, visitó los los laboratorios en Mumbai el 6 de marzo para acordar los últimos puntos del convenio. La terapia CAR-T, que cuenta con el financiamiento de la Agencia Mexicana para el Desarrollo (Amexcid), tiene una eficacia de entre 40 y 50% en pacientes con leucemia, según ImmunoACT.
Además, CAR-T ha mostrado una tasa de recaída muy baja, del 27.6%, comparada con la habitual del 67% en los pacientes que reciben un trasplante de células madre hematopoyéticas para tratar la leucemialinfonblástica aguda tipo B (LLA), un cáncer de la sangre y la médula ósea, de acuerdo con un informe de un caso, publicado durante noviembre de 2018 en la revista Biomedical Central.
También responden de forma favorable las personas con linfoma no Hodgkin (LNH), un tipo de cáncer en el que se forman células malignas en el sistema linfático. El estudio ZUMA-5, realizado en noviembre de 2020, reportó que el 60% de 146 pacientes logró una remisión completa luego de recibir la terapia CAR-T.
Los mexicanos tendrán que esperar para recibir el tratamiento, pues se encuentra en la primera fase de ensayo clínico para determinar cuán segura es su aplicación en las personas, como explicó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Una vez aprobada, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) contará con esta alternativa.
Aunque el costo de la terapia está cotizado en USD 500.000, el canciller mexicano aclaró que el gobierno buscará la forma de hacerla accesible para la gente que la requiera, es decir, “que podamos tenerla en el sistema público”. Lo anterior incluye a la tecnología necesaria para su aplicación.
Enfermedades que la terapia CAR-T trata y sus efectos secundarios
La terapia CAR-T también tiene una tasa de respuesta favorable del 50% al 90% en pacientes con tumores de células B del sistema inmunitario, un cáncer de crecimiento acelerado y muy perjudicial, según el artículo publicado en la Gaceta Mexicana de Oncología.
Entre los tipos de cánceres en la sangre que combate está el linfoma de células manto; CAR-T también es útil contra el mieloma múltiple refractario recidivante, que afecta a las células plasmáticas de la médula ósea.
A pesar del potencial de este tratamiento, hay algunos efectos secundarios que pueden ser fatales: el síndrome de liberación de citocinas (SLC) y el síndrome de neurotoxicidad.
El primero es el más común y sucede debido a la liberación masiva de citocinas proinflamatorias: responsables de inflamar las regiones del organismo donde hay infección. El segundo síndrome ocurre cuando aumenta la difusión de citocinas inflamatorias al cerebro, que provocan el crecimiento de las células sanguíneas, según la hipótesis presentada en la Gaceta Mexicana de Oncología. Este problema es menos frecuente, pero en los casos más graves puede ocasionar delirios y convulsiones en los pacientes.
¿Qué es la terapia CAR-T y cómo funciona?
Es una terapia contra el cáncer que convierte a las células inmunitarias en cazadoras de tumores. Consiste en extraer las células del sistema inmune, que se llaman células T, de una persona enferma. Después, los médicos las alteran a nivel genético para que produzcan proteínas conocidas como receptores de antígenos quiméricos (CAR en inglés) que reconozcan a las partículas cancerígenas. Por último, se vuelven a infundir en la persona.
Algunos laboratorios han encapsulado las células CAR-T en píldoras biológicas que las transporten dentro de una persona. En cuanto son liberadas, comienzan su ataque a los tumores. Esta estrategia ha sido descrita como un “caballo de Troya”, por Xosé Bustelo, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
José Rivas Rey, coordinador del proyecto y catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, en una entrevista con Radio Mitre de Argentina, detalló que la terapia con células CAR-T ha sido probada en ciertos cánceres líquidos (como linfomas y leucemias) pero su efectividad con tumores sólidos ha sido muy baja.
Por ahora, el principal uso de CAR-T es como terapia experimental, es decir cuando un paciente ha realizado todos los protocolos tradicionales sin éxito y decide adoptar uno en desarrollo. Sin embargo, por lo elevado de su precio la accesibilidad a este tratamiento se reduce en algunos hospitales alrededor del mundo.
Información de: Infobae