China informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que el brote de infecciones respiratorias que sufre estos días niños del país asiático se debe a “patógenos conocidos”, entre ellos la bacteria mycoplasma pneumoniae, causante de la neumonía por micoplasma.
La neumonía por micoplasma también se conoce como neumonía atípica debido a que los síntomas son diferentes de los de la neumonía que es causada por otras bacterias comunes, señala la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Causas de la neumonía por micoplasma
De acuerdo con la enciclopedia médica, la neumonía por micoplasma generalmente afecta a personas menores de 40 años.
La bacteria se transmite de persona a persona a través de gotas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda
Las personas que viven o trabajan en áreas de hacinamiento, como escuelas y hogares de adultos mayores tienen una mayor probabilidad de padecer esta afección.
Sin embargo, muchas personas que la contraen no presentan ningún factor de riesgo conocido.
Síntomas de la neumonía por micoplasma
Los síntomas a menudo son leves y aparecen en un período de 1 a 3 semanas. En algunas personas pueden volverse más graves.
Entre los síntomas comunes están los siguientes:
- Dolor de pecho
- Escalofríos
- Tos con frecuencia seca y sin sangre
- Sudoración excesiva
- Fiebre (puede ser alta)
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta
Otros síntomas menos comunes son:
- Dolor de oído
- Irritación o dolor en los ojos
- Dolores musculares y rigidez articular
- Protuberancia en el cuello
- Respiración rápida
- Erupción o lesiones en la piel
En general, la neumonía por mycoplasma pneumoniae suele ser leve, pero en algunos casos puede dar lugar a complicaciones como la inflamación de otros órganos o tejidos, como el corazón o las articulaciones.
La mayoría de las personas se recupera completamente sin antibióticos, aunque estos pueden acelerar el proceso de recuperación.
En adultos que no reciben tratamiento, la tos y la debilidad pueden durar hasta un mes. La enfermedad puede ser más seria en los ancianos y en personas con un sistema inmunitario debilitado.
Información de: El Financiero