El Partido Republicano entra en un periodo de caos… Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, fue removido este 3 de octubre tras perder una moción impulsada por el ala de la extrema derecha del partido.
McCarthy, congresista de California, fue criticado por los miembros más conservadores de los republicanos por haber colaborado con los demócratas en una iniciativa que permitió mantener abierto el Gobierno de Estados Unidos.
La moción fue promovida por Matt Gaetz, republicano de extrema derecha de Florida.
La suerte de McCarthy pareció decidida después de que una votación para bloquear la moción de destituirlo fue desechada con 218 votos.
El Partido Demócrata del presidente Joe Biden pedía una forma de poder compartido a cambio de ayudar a McCarthy a reprimir la rebelión, con lo que buscaban una mayor autoridad en el crucial Comité de Reglas de la Cámara o más escaños demócratas en otros comités.
Kevin McCarthy pasará a la historia
McCarthy se convirtió así en el primer presidente de la Cámara de Representantes en ser destituido en la historia de EU, en un procedimiento que perdió con 216 votos.
La última vez que la Cámara de Representantes votó siquiera para destituir a un presidente fue en 1910. En ese caso, Joseph Cannon, el entonces presidente y representante republicano, sobrevivió a la prueba.
Moody’s Investors Service, la única agencia de calificación crediticia importante que aún otorga a Estados Unidos una calificación máxima, advirtió a finales de septiembre que su confianza en Estados Unidos está flaqueando debido a preocupaciones sobre la “gobernanza”.
El caos ha reinado en la Cámara de Representantes desde que McCarthy necesitó de 15 rondas de votación para ser elegido presidente en enero.
¿Quién es el nuevo presidente de la Cámara de Representantes?
El congresista Patrick McHenry de Carolina del Norte fue nombrado presidente interino. McHenry, quien dirige el Comité de Servicios Financieros, ha dicho anteriormente que no tiene interés en el puesto.
No hay un sucesor obvio que unifique al fraccionado partido, un vacío que se produce cuando Estados Unidos se acerca a la fecha límite del 17 de noviembre para mantener abierto el Gobierno. Un cierre disruptivo tendría efectos en cascada en la economía más grande del mundo.
La ayuda estadounidense a Ucrania, que se ha convertido en una fuente de vitriolo para los partidarios de la línea dura del Partido Republicano y fue eliminada del acuerdo de gasto a corto plazo, está en juego. También lo hacen las polémicas batallas sobre la política de inmigración y asilo, y el apoyo a los pobres.
Con información de Bloomberg vía el Financiero