Africam Safari, uno de los parques de conservación de vida silvestre más destacados de México, fue fundado por el capitán Carlos Camacho Espíritu. Este visionario pionero, nacido en Acatzingo, Puebla, el 2 de abril de 1972, lo creó con la intención de proporcionar un hogar para animales exóticos y fomentar la conciencia sobre la conservación.
La historia de Africam Safari está marcada por la trágica pérdida del capitán Camacho en octubre de 1976. Mientras intentaba controlar a un tigre de Bengala que había atacado a una familia imprudente que desobedeció las normas del parque, el capitán sufrió heridas mortales. Su fallecimiento conmocionó a la sociedad de la época.
Una mañana soleada de octubre de 1976, el intrépido aventurero y fundador de Africam Safari, el capitán Carlos Camacho Espíritu, llegó temprano a su amado parque para presentar un acto que se estaba convirtiendo en la sensación entre los visitantes.
Este consistía en armar una pirámide humano-animal, con una elefanta en la base, un león en el medio y él mismo en la cima. Sin embargo, lo que prometía ser un día lleno de diversión y asombro se transformaría en una tragedia que marcaría la historia del parque.
Cuatro años antes de aquel fatídico día, el capitán Camacho había fundado Africam Safari, su mayor sueño empresarial, dando vida a un santuario de vida silvestre que albergaría animales exóticos de diversas partes del mundo. Pero su vida, aunque fructífera, se vio truncada a la edad de 46 años debido a la imprudencia de una familia que recorría el parque en su automóvil.
El fatídico día de octubre, mientras el capitán Camacho presentaba su acto, una familia irresponsable decidió bajar del automóvil y acercarse imprudentemente a los animales. Los gritos de una mujer y niños alertaron al fundador, quien corrió para ayudar. Dientes, un felino residente, se volvió agresivo, intentando ingresar al vehículo de la familia.
Entre gritos y desesperación, el capitán intentó apartar a Dientes con sus propias manos y, al no lograrlo, utilizó su pistola para golpear al felino, evitando dispararle. Sin embargo, el felino le respondió con un zarpazo en el brazo izquierdo del aventurero.
Aunque fue llevado de urgencia al médico, las graves heridas no fueron tratadas adecuadamente. Los médicos, desconociendo la presencia de parásitos en las garras de Dientes, cerraron las heridas con aguja e hilo quirúrgico. El estado de salud de Carlos empeoró, y el 28 de octubre de 1976, a consecuencia de las infecciones, falleció.
Después de la muerte del capitán Camacho, su esposa Louise Wardle de Camacho asumió el liderazgo del proyecto. Tras el fallecimiento de Louise en 1980, sus ocho hijos continuaron operando el lugar, asegurando que el legado de su fundador perdurara en el tiempo.
La historia de Carlos Camacho Espíritu
Carlos Camacho Espíritu, además de ser el visionario detrás de Africam Safari, tuvo una vida multifacética, cruzó la frontera a los 16 años para desempeñarse como locutor en Los Ángeles. Obtuvo su nacionalidad estadounidense y el título de piloto aviador, sirviendo en el ejército y alcanzando el rango de capitán.
La vida del capitán Camacho fue una sucesión de eventos extraordinarios. Nacido en una familia humilde de Acatzingo, Puebla, en 1927. Se estableció en Monterrey y luego en Los Ángeles, donde obtuvo la nacionalidad estadounidense y se unió al ejército, alcanzando el rango de piloto aviador. Con una prosperidad nacida de los laboratorios de medicamentos “Mayo”, emprendió viajes a África para capturar animales exóticos y realizar su sueño de fundar Africam Safari.
Hoy en día, alberga más de 2,500 animales de 300 especies, siendo pioneros en la reproducción exitosa del águila real, símbolo nacional mexicano. Además, el parque ha desempeñado un papel vital en la conservación de especies en peligro de extinción, como el lobo mexicano, participando activamente en programas de conservación para jaguares, leones africanos, ballenas, flamencos, guacamayas, leones marinos y manatíes.
En junio de 2012, Africam Safari anunció el rescate de nueve elefantes de Namibia, víctimas de la caza ilegal y ahora parte integral del compromiso continuo del parque con la preservación de la vida silvestre.