Los jugadores sub-21 de las selecciones de Israel y Polonia sorprendieron a todos durante un partido de clasificación para la Eurocopa, en el que dejaron en claro que la rivalidad es sólo parte del juego.
En medio de la guerra que libra Tel Aviv contra los terroristas de Hamas, que irrumpieron en el país y masacraron a miles de inocentes el pasado 7 de octubre, los futbolistas pidieron a la UEFA que se les permitiera realizar un minuto de silencio en honor a las 1.200 víctimas y los 240 rehenes. Sin embargo, los organizadores de la Euro rechazaron esta solicitud.
Como respuesta a la negativa, los jugadores acordaron una ingeniosa acción, con la que demostraron su unidad ante las injusticias y el antisemitismo que afloró en todo el mundo. Desde que el árbitro hizo sonar el silbato para indicar el comienzo del partido, los 22 se mantuvieron inmóviles en la cancha, durante un minuto, tomándose las manos a sus espaldas o mirando al césped en señal de respeto.
La acción no tardó en replicarse en redes sociales, donde los usuarios apoyaron a los jugadores y los aplaudieron, a la par que repudiaron la postura de la UEFA.
A pesar de que muchos se sorprendieron, a su vez, de la decisión de la selección polaca, lo cierto es que Varsovia demostró, desde un primer momento, su apoyo al derecho de Israel de defenderse de las agresiones recibidas por la milicia palestina.
En ese sentido, la víspera el alcalde de la capital, Rafal Trzaskowski, prohibió a unas 2.000 personas que se manifestaran este sábado en favor de Palestina, frente a la Embajada israelí en el país.
Según indicó, la decisión responde a “problemas de seguridad” ya que “no se puede descartar que, bajo la influencia de emociones negativas, se puedan producir confrontaciones con el personal de la Embajada, el lanzamiento de objetos contra el edificio o, incluso, intentos de entrar allí por la fuerza”.
Sin embargo, muchos sugieren que la exhibición de un mensaje antisemita en una concentración similar el 31 de octubre podría haber influído en su accionar.
Tal como ocurrió y aún ocurre en decenas de ciudades de todo el mundo, desde el inicio de los combates, miles de personas han tomado las calles en varias oportunidades para pedir el fin del “genocidio” y las “matanzas” que Israel lleva a cabo en la Franja de Gaza. La mayoría de ellas concurrió en un clima de paz y orden aunque en la de finales de mes, organizada en Varsovia, la acción de una joven noruega generó polémica y hasta le costó la eliminación de la universidad en la que estudiaba.
La mujer marchó con un cartel en el que se veía la bandera israelí en un tacho de basura y, por debajo, se leía el mensaje: “Mantengan el mundo limpio”.
“En una ciudad como Varsovia, que se vio particularmente afectada por el exterminio y persecución de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial (…) no puede haber cabida para el odio, el antisemitismo o cualquier manifestación parecida”, señaló el Alcalde.
Información de: Infobae
